La Princesa Masoca y la Sirvienda Sado

Capítulo 1: La Princesa Masoquista y la Sirvienta Sádica

Traducción Jap-Esp: Trihexa

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Keito logró entrar a la mansión y Suzuka lo guio hacía la cafetería. Había muebles caros por todas partes, candelabros lujosos, era claramente la casa de alguien millonario.

Lo único extraño era que estaba vacía la mansión.

Suzuka dijo “Llamaré a la princesa”, así que se trataba de Aika. Pero, era bastante extraño que solo estuvieran ellas dos.

¿Todos estarán trabajando…?

Era probable.

Keito bebió café mientras pensaba en ello.

Pero,

Acabo de hacer algo absurdo…

Aunque fue medio forzado, Suzuka lo hizo eyacular.

Era vergonzoso solo recordarlo…

Esa máscara…

Era una máscara extraña, pero cuando Suzuka la abrió, Keito sintió que la había visto en algún lado. No fue solo una coincidencia, más bien era como un recuerdo lejano.

Nhhhh…

Por más que pensara no llegaba a una respuesta.

Mientras pensaba en ello…

*Toc-toc*

Alguien tocó la puerta.

“Adelante.”

La puerta se abrió después de eso.

“Gracias por esperar, amo.”

“No hay problema.”

“Ella es la dueña de esta mansión… Aika-sama.”

“¿¡A-Aika…!?”

Aika, quien estaba ocultándose detrás de Suzuka, dio un paso al frente.

Con un vestido hermoso hecho a la medida, se veía completamente madura.

La última vez que la vio fue en la primaria, así que la recuerda de ese entonces. Pero ahora, ya no era una niña. Parece ser que creció junto con su belleza.

Increíble…

Lo que más le sorprendió fue el crecimiento de sus pechos. El tamaño estaba aproximadamente dos veces más grande que los de una chica de la misma edad y grado, además de que tenían muy buena forma. Su cintura era estrecha, sus piernas eran blancas y largas. Prácticamente era como una modelo.

Keito se puso de pie y habló.

“¡Aihim! ¡Ha pasado mucho tiempo! ¿Me recuerdas?”

“Claro que te recuerdo. Eres Keito.”

“Sí…”

Ella también lo recordó y se sintió aliviado.

Pero…

“Como siempre, tienes una cara vergonzosa.”

“Eh……”

Keito solo pudo abrir los ojos y sorprenderse.

“Yo ya soy toda una linda señorita, pero tú no has cambiado en lo absoluto.

“Ah, ¿Aika…?”

“No me mires así, ni tampoco me llames solamente Aika como si nada.”

“………”

Al principio parecía sorprendida, pero ahora parecía disgustada.

¿Por qué tengo que ser ridiculizado por mi amiga de la infancia que no he visto en años…?

Además, Suzuka quien solo estaba mirando, se rio con una actitud despectiva.

Solo hay dos personas, y ambas lo están ridiculizando. Jamás pensó que se sentiría así al estar en la mansión.

“Por cierto, ¿por qué llegaste a mi mansión?”

“¿Escucharás mi historia?”

“Quién sabe.”

Aika solo se encogió de hombros.

“Suzuka, explícamelo brevemente.”

“Como usted diga, princesa.”

Suzuka inclinó su cabeza y le explicó.

 

“En pocas palabras su padre le dijo al padre de Keito-sama que viniera.”

“Hooo.”

“La razón es, para aliviar los problemas de Aika-sama.”

Suzuka volteó a ver a Keito.

“Es así, ¿verdad Keito-sama?”

“Ah, sí. Me dijo que ayudara a Aika.”

“Bueno, bueno, eso lo entiendo.”

Aika puso una mirada de menosprecio.

“Pero si yo le dije que quería a alguien sabio…”

“Princesa…”

“No hables. Estoy pensando.”

“Ehm, yo tampoco lo entiendo muy bien.”

“Lo siento, amo. Aika-sama te explicará los detalles más delante.

“Ah, sí…”

Bueno, si Suzuka lo dice, tal vez esté bien.

Oye…

Keito miró el rostro de Aika y notó algo curioso.

Es similar a la máscara grabada en la puerta…

Era poco probable, pero había mucha similitud.

La imagen grabada en la puerta era una mujer hermosa, pero Aika tenía un rostro todavía más bello.

Me pregunto si acaso…

Mientras pensaba, Aika se cruzó de brazos.

“¡Nhhh! ¡Mi padre siempre hace cosas inecesarias!”

“Princesa, no se enoje demasiado.”

“¡No estoy enojada! ¡Pero le dije que un hombre sabio!”

“Pero, princesa, creo que Keito-sama está bien calificado.”

“Uh…”

“Ya lo experimenté yo misma. De alguna manera es un poco interesante.

“Suzuka… ¿estás disfrutando de esta situación?”

“¿A qué se refiere?”

“Entiendo. Si es lo que mi padre quiso…”

“Entonces, amo…”

“¿Yo?”

Suzuka asintió.

“Esto es bueno, amo. Podríamos empezar ahora mismo.”

“N-No entiendo muy bien…”

“Dejémoslo para más al rato.”

“Entiendo.”

Algo no estaba quedando muy claro para Keito, pero simplemente siguió la corriente.

Keito se sentó en su silla como si estuviese muy cansado.

“Por cierto…”

En la mesa había dulces, café y té para pasar el rato.

Keito comenzó a sacarle plática  a Aika para disminuir la tensión.

“Esta mansión es bastante grande. ¿Es tuya, Aika?”

“Sí.”

“Vaya… quién diría que somos de la misma edad.”

“Mi papá me la dio. Decidió construirse una casa nueva, así que ya no necesitaba esta… pero al final decidió darme esta casa porque sería un desperdicio dedstruirla.”

“Heee…”

Keito solo podía admirar la situación.

Le sorprendía la clase de cosas que se podían hacer con tanto dinero.

Esta casa es enorme, debe costar una fortuna… sinceramente, no puedo ni siquiera comprender el valor de esto.

Había una cosa más por la que tenía curiosidad.

“¿En esta mansión solo vives tú y Suzuka?”

“Así es.”

“……”

“¿Qué pasa con esa actitud tan corta de palabras?”

“N-No, es solo que estoy sorprendido.”

“Suzuka es una sirvienta increíble, puede hacer cualquier cosa, así que no hay problema.”

“S-Supongo…”

Era algo difícil de creer, estas dos chicas vivían con tantos lujos que su cabeza no podía comprenderlo al cien.

Keito estaba sorprendido y admirado.

“Por cierto, ¿y tú qué?”

“¿Cómo que yo qué?”

“Qué ha sido de ti después de separarnos.”

“Ah—…”

Después de que Aika se transfirió de escuela, ya nunca la volvió a ver. Nunca intercambiaron teléfonos ni se mandaron alguna carta o algo.

“Bueno, todo ha sido normal.”

“¿Normal?”

“Sí. No tengo buenas calificaciones ni tampoco muchos amigos que digamos.”

“Ya veo…”

“¿Qué hay de ti, Aika?”

“No muy diferente a tu caso. Solo… lo normal.”

Aika sonrió inocentemente.

Entonces,

“Es tal y como dice la princesa, todo ha sido normal.”

Suzuka agregó, con un cierto énfasis en eso de normal.

Al escucharla hablar, el rostro de Aika se sonrojó levemente.

¡Cofcof!, Suzuka, no digas nada más.”

“Entiendo, princesa.”

“En serio…”

“Por cierto. Hay algo que debería decirle sobre la princesa.”

Suzuka se puso en medio de ambos, para verlos de frente.

Originalmente Aika era una chica tímida. Así que para Keito era agradable poder hablar tan bien con ella en aquél entonces.

No podía imaginarse cómo Suzuka abrió su corazón, pero creía que tenían una relación un tanto intrigante.

Ahh, ojalá pudiera tratarme como en aquellos tiempos…

Keito por fin se reunió con ella después de tantos años, era natural que quisiera hablar mucho con ella.

Pero, Aika parece estar escondiendo algo…

Por alguna razón, evitó hablar mucho de su pasado.

Además, era extraño que Suzuka irrumpiera tanto la conversación.

Era como si estuvieran ocultando algo.

Estas dos, ¿tienen algún secreto…?

Pensándolo bien había varios misterios.

Primero, el método para entrar a la mansión y la máscara en la puerta.

Segundo, es una mansión enorme y solo viven Suzuka y Aika.

Tercero, el pasado de Aika.

Hmmmmmm….

No sentía peligro ni nada de eso, pero algo le incomodaba.

Keito solo pudo ponerse cauteloso.

Quizás notó su reacción, ya que Suzuka se acercó.

“Amo, déjeme guiarle a su habitación.

“¿Habitación?”

“Sí. Donde usted va a dormir.”

“Ehhh. Pensé que era una visita de un solo día.”

“¿Eh? ¿Cuándo he dicho eso?”

“Por supuesto que no lo dijiste.”

“Aunque si logra su objetivo, puede irse de inmediato.”

“¿M-Mi objetivo…?”

“Sí. Después de todo, para ello vino.”

“Supongo.”

Había miles de cosas que no entendía, por más que pensara no lo hacía.

Pero por el momento lo mejor era seguir a Suzuka a su habitación y luego continuar.

Así que Keito se levantó de la silla.

 

“Esta es su habitación, amo.”

La habitación a donde había guiado a Keito era una normal. Incluso bastante común, pero el tamaño era el de un apartamento para dos personas.

Sin embargo no parecía tener decoraciones extrañas. Al menos eso lo relajaba un poco.

“Gracias Suzuka. Puedes dejar mi equipaje aquí.”

“Entendido.”

“En el baño hay toallas y artículos de limpieza.”

“Pues cuántos días me quedaré aquí…”

“No lo sé…”

Actualmente eran las vacaciones de verano. Tampoco tenía necesidad de apresurarse.

Pero tampoco podía quedarse para siempre.

“Entonces, amo. Le explicaré las reglas de esta mansión.

“¿Reglas?”

De alguna manera, su tono de voz se volvió fuerte.”

“Sí. Aunque solo hay una regla. ¿Está bien con ello?”

“Ok, conitinúa.”

“La masturbación está prohibida en esta mansión.”

De nuevo, más palabras ridículas salieron de su boca.

“Eh… oh—…”

“¿Hay algún problema?”

“N-No…”

Claramente es un estudiante de preparatoria en pleno descubrimiento sexual, y estará viviendo con dos chicas. Viéndolo de esta manera, era algo natural prohibir la masturbación.

Pero,

Suzuka me acaba de masturbar… ¿no? ¿O acaso eso no contó?

Bueno, en teoría estábamos afuera de la mansión…

Keito parecía haberse respondido a sí mismo.

Entonces,

“Por cierto, hablo como tal mas-tur-ba-ción. O sea, que no puede eyacular por sí mismo.”

“Eso lo entiendo perfectamente.”

“No amo, aún no lo ha entendido.”

“¿A qué te refieres?”

“No se trata de la eyaculación. Sino del semen.”

“¿Eh……?”

Keito pensó que tal vez era porque no quería que ensuciara la habitación o encontrar algunas manchas u olores extraños.

“El semen del amo es muy valioso. Sería un desperdicio usarlo solo para sus propios deseos.”

“¿Q-Qué quieres decir?”

“¿No lo sabe acaso?”

“No lo sé.”

“Yo soy una sirvienta.”

Suzuka agarró el borde de su falda y poco a poco iba levantándolo.

Sus muslos iban apareciendo gradualmente hasta el punto en que podía verse su entrepierna.

Ahhhh…

Él es un hombre. Cuando aparecen unos muslos así justo frente a él, no puede apartar la mirada.

Y entonces,

“Venga aquí.”

Suzuka dijo eso.

“Amo, venga aquí.”

“¿Q-Qué?”

“Sí.”

“L-Lo siento…”

“No, no se disculpe. Solo quiero ser directa, vamos a hacerlo.”

“¿Hacerlo?”

“Así es.”

“¿Qué?”

“Tengamos sexo.”

“Ya veo. ¿¡Sexo!? ¿¡Y lo dices así como si nadaaa!? S-Sexo… nh…”

Fue una palabra repentina, Keito dudaba de sus oídos.

“Sí. Soy una sirvienta. En otras palabras, debo de satisfacer al amo y asegurarme de que esté en óptimas condiciones.”

“Eh… ¿por qué dices eso?”

“Hablo en serio, tal y como en la entrada.”

“……”

Ciertamente, la sirvienta lo masturbó.

Pero Keito no podía entender el por qué.

No creo que esta chica sea normal…

Las cosas eran demasiado extrañas, pero no es como que pudiera… no, no quería rechazar este tipo de cosas.

Después de todo soy un hombre…

Estaba confundido, pero pensó en la posibilidad frente a sus ojos y Suzuka solo le sonreía.

“Amo. Siéntase tranquilo. Aunque tenga sexo conmigo, yo estaré a gusto. En otras palabras, puede utilizar mi cuerpo.”

“Eh…”

“Fufu. Tal vez debería explicarle la razón por la que fue llamado aquí.”

“¿Qué quieres decir?”

“Por favor mire esto primero.”

Suzuka presionó el botón de un control remoto.

*Bip*

Entonces, apareció una pantalla desde el techo.

“Ah claro, es una casa de ricos.”

“Esto es algo muy simple de hecho.”

“Supongo que es bastante agradable ver películas en ella.”

“No verá películas.”

“¿No?”

“Lo que le mostraré será más entretenido e interesante que ver una película.”

Tan pronto como oscureció la habitación, empezó a reproducirse un video.

En la pantalla aparecía una habitación similar a la de Keito.

“Amo, ¿qué es lo que ve?”

“Una habitación.”

“¿De quén?”

“Ehmmm…”

Realmente no entendía nada.

Mientras veía la pantalla, de pronto vio una figura.”

“Ah…”

Apareció una persona conocida en la pantall.

“¿A-Aika…?”

“Exactamente.

“¿¡Por qué está Aika ahí!?”

Por la ropa que llevaba, claramente era una cámara a tiempo real.

“¿¡Qué clase de voyeurismo es este!?”

Por qué Suzuka quería que hiciera esto, Keito no entendía nada.

“Tal y como esperaba, el amo sabe bien lo que es el voyeur.”

“¿Por qué me muestras esto?”

“Eso es porque tiene que satisfacer a la princesa.”

“¿Satisfacerla…?”

“Tomando prestadas sus palabras, amo. Para salvar a la princesa.”

“……”

De alguna manera entendía lo que Suzuka trataba de decir. Pero no estaba seguro del todo.

Pensó que tal vez estaba pensando de más.

“A-Amo, por favor mire.”

En la pantalla, se veía cómo Aika se recostaba en la cama.

Era muy temprano para irse a dormir, y no se había quitado el vestido. De alguna manera sentía que no era un comportamiento normal.

Además, ella volteó hacia el ángulo de la cámara.

“Acaso, ¿ella sabe que la estamos viendo?”

“Sí.”

“¿¡Ehhhhh!? Entonces, ¿¡por qué permite eso!?”

Normalmente una chica que está siendo grabada en su propia habitación, se enojaría. Pero, Aika no mostraba signos de que le molestara esto.

Por el contrario, parecía querer complacer a las personas que la veían.

“Puede que no lo haya notado, amo. Pero la princesa es una voyeur.”

“Y-Ya veo…”

“¿No crees que es una pervertida?”

“……”

No podía decirlo, pero estaba convencido de que Suzuka tenía cierto grado de razón.

“Por favor mire.”

Cuando Suzuka apuntó con su dedo, Aika abrió las piernas.

“P-Puedo ver sus bragas.”

“Siga viendo, amo.”

“Eh…”

“Piénselo bien. Ella sabe que usted la está viendo, y está mostrando su ropa interior sin ninguna preocupación. Eso significa que la princesa lo disfruta.”

“Es lo que quiere…”

“Claro, continúe viéndola.”

Aika puso una mano en sus bragas y las hizo para un lado exponiendo sus partes íntimas. Y comenzó a acariciar su vagina.

“¿A-Aika…?”

Después de ver a una mujer masturbarse por primera vez, Keito no podía quitarle los ojos de encima. Era una hermosa chica, era una princesa, no era cualquiera la que se estaba masturbando. Naturalmente, la parte inferior de su cuerpo reaccionó.

“¿Quiere escuchar lo que ella dice?”

Cuando Suzuka dijo eso, apretó un botón. Y lo siguiente que escuchó, fue la voz de Aika.

[“Haa… haaa… mi mano no se detiene…”]

Era la voz de Aika, sin duda.

“¿Por qué hace esto Aika?”

“La razón es simple. Está excitada porque alguien la está viendo.”

“Ehh…”

“Porque el amo la está viendo.”

Suzuka continuó.

“La princesa es—una pervertida”

“¿U-Una pervertida…?”

“Es por eso que lo llamamos a esta mansión, amo.”

“¿Por eso…?”

“Sí. Para satisfacer los deseos de la princesa.”

Suzuka lo dijo sin tapujos.

“Me gustaría darle la explicación que omití en el comedor.”

“P-Por favor…”

“Conocí a la princesa hace siete años. Provengo de una familia que ha trabajado por generaciones como sirvientas. Así que gracias a esa herencia, comencé a trabajar para la princesa.”

“S-Sí…”

“Pero, desde ese momento en que la conocí… ella ya era una pervertida…”

“¿¡Y-Ya era una pervertida desde ese entonces!?”

“Sí. Parece ser que la conocí cuando comenzó a masturbarse, así que yo también la ayudé con ciertas prácticas sexuales. Sin embargo, sus deseos iban creciendo año tras año…”

“Suzuka, ¿tenías sexo con ella?”

“Sí. Bueno, pero para serte sincera… ya no puedo satisfacerla. Ese es su trabajo ahora, amo.”

“¿¡T-Tengo que hacerlo yo!?”

“Por supuesto. No lo he confirmado, pero es mi teoría…”

Suzuka detuvo el video y tocó el hombro de Keito.

“Te contaré más sobre ella. Vamos a su habitación.”

“¿V-Vamos a ir?”

“Así es.”

Entonces, Suzuka salió de la habitación.

Keito solo la siguió con una expresión confundida.

 

Cuando Suzuka abrió la puerta de la habitación de Aika, apareció una increíble vista.

“¡Nhaaaaaaaa! ¡Nhhhhhh! ¡Me vengooooooo!”

Aika, quien tenía una apariencia elegante y digna, estaba gritando como un animal en celo. Se retorcía sobre la cama, meneaba su trasero y metía sus dedos en su parte íntima.

Su ropa interior estaba empapada, un líquido transparente goteaba desde sus muslos.

Keito no pudo ocultar su reacción al ver a una mujer masturbarse.

“Esta es la situación actual de Aika.”

Suzuka murmuró.

“La princesa cuando está así, cautiva del placer, se masturba toda la noche hasta el amanecer.”

“¿¡No se detiene!?”

No podía creerlo.

“Por lo general, una sola masturbación debería de satisfacerla. Pero en ella, su deseo va creciendo conforme llega a más orgasmos.”

“¿T-Tanto…?”

“Sí. Se supone que debe ir a la escuela, pero desde que se volvió una adicta, pidió un justificante.”

“Entonces, ¿es por eso que no hay nadie más en la mansión…?”

“Sí. Para minimizar la cantidad de personas que conocen este secreto.”

Ya entendía. Es por eso que lo llamaron. Lo llamaron sin darle ni una pista de por qué o para qué.

Keito entendía.

“Entonces, ¿qué hacemos?”

“Esto será una prueba. Amo, ¿será capaz de satisfacer los deseos de la princesa?”

“Supongo que si ya llegamos hasta aquí hay que intentarlo.”

“Eso creo.”

“Por cierto, ¿la máscara de la entrada es por Aika?”

“Así es. Parece que se dio cuenta.”

En otras palabras, quien estaba detrás de la máscara era Aika en persona, y recibió el semen de Keito. El sonido que escuchó de alguien deglutiendo, era ella tomándose el semen.

“La princesa actualmente, está más pervertida que nunca.”

Los movimientos de Aika eran intensos, estaba vuelta loca en medio del placer, retorciéndose en la cama. Sus fluidos vaginales salían a chorros como si fuera orina.

“¡Me vengoooooo…!”

Arqueó su cuerpo para correrse de nuevo. Mientras se acostaba de nuevo, cruzó su mirada con la de Keito.

“HAaaa… haaaa… Keito, qué estás mirando…”

“L-Lo siento.”

Sin saber qué hacer, Keito desvió la mirada.

Entonces,

“¿Por qué apartas la mirada?”

Parecía enojada por alguna razón.

“Amo, no se preocupe por nada.”

“P-Pero…”

“Es más, hagámoslo de esta manera.”

Cuando Suzuka dijo eso, se acercó a Aika. Se montó sobre ella.

“Princesa, realmente es una pervertida.”

El cuerpo de Aika se estremeció.

“El amo vio su vulgar masturbación desde su habitación. En serio, qué pervertida.”

“Kuhh…”

Su cuerpo nuevamente se estremeció.

“Este es el castigo necesario para una mujer como usted.”

“C-Castigo… nhh…”

“Guarde silencio.”

*Bachin*

Golpeó en la cara a Aika, quien era su ama.

¿¡Ehhhhh!?

Keito dio un paso atrás por la situación.

Aun así, Suzuka no dejó de abofetearla.

“¿Cuándo va a dejar de masturbarse?”

*¡Bachin!*

“E-Eso… ¡sí…! Más… ahhh……”

“En serio quieres más.”

*¡Bachin!*

“¡Hiiiiiik! Sí, así…… hazlo más… más…”

“¡Entonces…!”

*¡Bachin!*

“¡Nhhhhhhaaaaaa!”

Cada vez que Suzuka la abofeteaba, Aika gemía. Su cabello estaba todo desalineado, la saliva chorreaba por las comisuras de sus labios.

La hermosa chica que Keito conocía era un pervertida.

“Amo… ¿lo comprende?”

“¿Eh?”

“Sí. Este es mi límite. Solo puedo satisfacerla por poco tiempo.”

“G-Golpeándola…”

“¿La vio? Ella podría pasar hasta 20 horas jugando con su vagina.”

“In-Increíble……”

“Yo ya no puedo hacer mucho. Es por eso, que usted debe salvarla.”

Salvarla—

Esta es la misión de Keito.

Pero,

M-Me pregunto si podré con esto…

Para ser honestos, no tenía ni idea de cómo satisfacer los deseos de Aika.

De hecho, su experiencia sexual es cero. Él creía que tal vez se equivocaron de persona.

Pero…

Aika es su amiga de la infancia. Cuando se separó de ella, empezó a creer que estaba enamorado porque se sentía demasiado triste.

En otras palabras, ella es el primer amor de Keito.

Si no la ayudaba, no podría considerarse un hombre.

“Suzuka.”

Keito se acercó a ella.

“¿Está bien que lo haga yo?”

“Sí.”

“¿En qué te basas?”

“Después de que ustedes se separaron, ella no paraba de susurrar su nombre por las noches.”

“¿Mi nombre…?”

“Sí.”

“Ya veo…”

“Es por ello que creo que existe una alta probabilidad de que usted pueda salvarla.”

“Ya veo.”

Entonces, debería hacerlo.

Keito se paró a un lado de Suzuka.

“Entonces, ¿qué debo hacer?”

“Trátela mal.”

“¿Eh?”

“¿No vio cómo la abofeteaba?”

“N-No… sí te vi.”

“La princesa es toda una masoquista.”

“……”

Algo está mal.

Sin embargo, a pesar de que es extraño, cuando Suzuka la golpeaba ella solo gemía y se retorcía.

“Prepararé lo necesario entonces.”

“¿Lo necesario…?”

“Sí.”

Suzuka tomó un antifaz y una cuerda de una estantería cercana.

“Eso es…”

“Justo lo que ve. La ataré y le vendaré los ojos.”

“¿En serio?”

“En serio.”

Después de eso, Suzuka comenzó a atar a Aika cuya respiración seguía agitada. Las muñecas de la princesa estaban atadas y sus ojos cubiertos con un antifaz.

En este estado, Aika no podía poner resistencia.

“Con esto debería bastar. Amo, por favor hágalo.

“¿Y qué es lo que debo hacer?”

“Por favor haga que la princesa se sienta bien.”

“……”

No era tan sencillo debido a su nula experiencia.

La expresión de Suzuka se volvió dulce.

“O será que… ¿es virgen, amo?”

“Uh…”

“Es virgen.”

“Eh, ¡para mi edad no es de extrañar que lo sea!”

“Creo que los jóvenes hoy en día comienzan su vida sexual bastante temprano.”

“¡C-Cállate!”

Comenzó a ridiculizarlo por ser virgen.

No, tengo que lidiar con esta situación…

Ahora lo que importa es salvar a Aika.

Suzuka, ¿puedes apoyarme?”

“Entendido.”

“¿Qué debo hacer primero?”

“Por favor, exponga sus pechos.”

“S-Sí…”

Fue una declaración audaz, pero Keito se acercó al pecho de Aika.

Pero,

“……”

Era un vestdo, no sabía cómo quitarlo. Sus dedos solo se movían torpemente.

“Haaa…”

Suzuka suspiró.

“Amo, le diré cómo.”

Suzuka puso sus dedos sobre los pechos de Aika y jaló fuertemente de su escote.

Sus pechos redondos quedaron al aire libre, rebotando de arriba abajo. Eran blancos como la leche, su forma era como la de un durazno. Sus areolas eran pequeñas y sus pezones eran como una nuez.

“Mire. Los pezones de la princesa ya están duros.”

“C-Cierto.”

Sus pezones rosados estaban bastante duros.

“Qué pervertida es, pero supongo que soy igual que ella.”

En ese momento Suzuka pellizcó sus pezones.

“¡Kuuuh!”

Aika gimió con la lengua de fuera.

“¿No le duele?”

“Sólo mírela. Sus pezones ya están más duros que ahorita. Fufufu…”

“……”

Una sonrisa apareció en su rostro.

Suzuka realmente es una sádica…

Desde el momento en que lo masturbó en la entrada, se dio cuenta de ello.

“Amo, quítele sus bragas.”

“¿Eh, sus bragas?”

“Sí. ¿No quiere ver sus partes?”

“S-Sí.”

Sin saber qué decir, Keito se dispuso a hacerlo.

Primero hagamos esto…

Las manos de Keito se acercaron a su cuerpo.

Es suave… ¡los muslos de una mujer son muy suaves…!

Sus dedos se hundían en su carne, Keito no pudo ocultar su sorpresa. Además, su piel es suave y fresca. Ambos son humanos, pero nunca imaginó que existiría tal diferencia entre un hombre y una mujer.

“¿Ya agarraste sus bragas?”

“Sí.”

“¡Ahora tira de ellas!”

“¡Sí!”

A la orden de Suzuka, le bajó las bragas.

“I-Increíbleeee…”

Podía ver los fluidos vaginales empapando su zona, incluso los fluidos llegaban hasta sus tobillos de tanto que chorreó. Era viscoso, pero nunca creyó que olerían tan bien los fluidos de una mujer.

“La princesa estaba muy emocionada cuando llegó usted, amo.”

“¿Qué dices?”

“Solo mírela, todos esos fluidos. Yo siempre la veo, pero nuca la había visto así de mojada.”

“¿En serio?”

“Lo sé porque soy mujer también. A mayor excitación, mayor respuesta corporal.”

“Y-Ya veo…”

“Ahora, mire la vagina de la princesa.”

Suzuka abrió las piernas de Aika y luego abrió su entrada con los dedos.

“Ah, ahh…”

Ante los ojos de Keito estaba una vista que jamás pensó que tendría.

El clítoris estaba hinchado. Su vagina goteaba y goteaba.

Esta es una vagina…

Nunca pensó que podría presenciar esto, era hermosa.

“Amo, no se distraiga tanto.”

“Uh…”

“Parece que la princesa sigue sensible de su último orgasmo…”

“¿Q-Qué hacemos…?”

“Supongo que usted debería saberlo, pero como es virgen…”

“¿¡Qué tienes en contra de que sea virgen!?”

“Nada, disculpe, Virgen-kun.”

“Vas de nuevo con lo de virgen…”

Se sentía un poco molesto por eso.

No, no debo escucharla…

“¿Entonces qué?”

“Use algunas herramientas.”

“¿Herramientas?”

Suzuka agarró algo del estante.

“Usemos esto.”

“Eso es…”

“Así es.”

Eran algunos vibradores, entre ellos había un denma[1]

“¿Cuál debería usar?”

A decir verdad, no tenía ni la más mínima idea sobre juguetes sexuales.

Pero, la respuesta de Suzuka le sorprendió.

“El que usted quiera—”

“¿Cualquiera?”

“Sí. Yo suelo usar el consolador normal y el eléctrico al mismo tiempo.”

“Eso es demasiada estimulación…”

“Podría desmayarse incluso.”

“……”

¿Estaba bien entonces?

“No se preocupe amo. Esta persona disfruta de desmayarse mientras se viene.”

“¡Por ahí deberías comenzar!”

“Bueno, ¡comencemos!”

“No me ignores…”

Suzuka sostuvo el vibrador en su mano y lo insertó en la vagina de Aika.

“¡Aaaahhh…!”

Aika se retorció y gimió.

“¿Qué sucede, princesa?”

“El vibrador entró en mi vagina… nhhh…”

“Lo encenderé.”

“No, ¡espera! Ahora mismo estoy muy sensibl…eeeeeehh, ¡haaaaa!”

“Esos gemidos parecen los de una pervertida.”

“¡Suzuka! ¡P-Para! Tengo los ojos vendados, ¡todo se siente mucho más intensooooooohhh!”

“Entonces debería estar bien.”

“¡Kiiiiiiiiinhhhhh! ¡Nhaaaaaaaa!”

Un zumbido resonaba, era el vibrador.

“Amo, agarré el denma por favor.”

“¿E-Estará bien?”

“¿Acaso tiene miedo?”

“Pero, ya tiene mucho placer con ese que tiene dentro…”

“Esto no es nada para ella. Esta mujer es extremadamente pervertida…”

“P-Pero…”

“Le digo la verdad.”

Suzuka agarró el brazo de Keito e hizo que pusiera el denma en su clítoris.

Al mismo tiempo,

“¡Khhhhhiiiiiiiiiiiiiiiii!”

Un grito que no parecía ser el de una mujer resonó.

Fue demasiado agudo para su tímpano que Keito casi quería taparse los oídos.

“¡Nhhhhhhuuuuuu! ¡Paren! ¡Pareeeeeeeeeeeen! ¡Se siente caliente! ¡Khhh, se siente muy calienteeeeeeeee!”

“Parece que lo está sintiendo.”

“Parece que está sufriendo.”

“Aún no es suficiente.”

“¡Haaaaaaaaaaaa! ¡Nhhhhhh! ¡Geniaaaaal! ¡Qué ricooooooo! ¡Me vengooooohhhhh!”

*Byunnn*

“Haaaaaaaaaaaanhhh!”




En ese instante, Aika levantó la cadera y fluyó un montón de líquido desde su vagina.

“¡Me vengooo! ¡Me vengoooooo! ¡En serio deténganseeeeeee! ¡Nhhhhhhhh!  ¡Aaaaaaaaah!”

“¿Su-Suzuka…?”

“Aún no.”

“B-Bueno…”

“El placer de esta princesa está más allá de lo que te imaginas.”

“¡Khhhhaaaaaaa! ¡Aahaaaaaaaa! ¡Nhaaaaaaa—me vengooooo—haaaaaaa!”

Aika se corría una y otra vez.

Sus caderas se sacudían al igual que su boca que solo gemía.

“¡Yaaaaaa! ¡Pareeeeeenhhhhhh! ¡M-M-Me venggggggooooooo!”

“Suzuka, detengamos esto, parece que la tiene un poco difícil.”

“No.”

“P-Pero…”

Aika estaba jadeando como un animal en celo.

A este ritmo algo sucederá.

“¡¡Heeeeeeeehhhhhh! ¡Nhhhhaaaaaaabbbggggg!”

Los gemidos de Aika ya no provenían de su boca. Parecían más bien que salían desde su garganta.

“¡S-Suzuka…!”

“Aún no.”

“N-No puedo más…”

Asustado, Keito intentó soltar el denma.

Pero,

“¡Te estoy diciendo que todavía no, maldito virgen!”

“¡Nh…!”

Suzuka había sido gentil hasta ahora. Pero en este momento tomó con firmeza la mano de Keito para que sostuviera el masajeador eléctrico.

“¿¡Qué diablos sabría un virgen como tú del cuerpo de una mujer!? ¡Solo cállate y mira cómo darle placer!”

“¿Su-Suzuka…?”

“… lo siento. Me exalté.”

“……”

Qué temible. Su naturaleza era temible.

“Heeeee—ahhhhhh—heeee—heee—nhhhhh…”

Aika solo podía sacar la lengua, ya ni siquiera podía formar palabras. De su boca solo escurría saliva y su nariz estaba toda humedecida.

“Ya llegamos hasta aquí.”

“¿H-Hasta aquí?”

“Por favor, quítale la venda de los ojos.”

Keito hizo lo que dijo.

“……”

Aika, una chica refinada de primera clase estaba desmayada con los ojos en blanco. Solo respiraba violentamente por la nariz.

“Amo, siga con el denma.”

“¿¡T-Todavía!?”

“¿Por qué estás tan sorprendido?”

“Es porque está desmayada.”

“Así es. Pero aún puede sentir placer.”

“Y-Yo…”

Se zafó con fuerza de la mano de Suzuka y soltó el denma. Y al mismo tiempo, hizo que ella sacara el vibrador de su vagina.

“Bueno…”

“Amo, ¿se puede saber qué estás haciendo?”

“¡Esa debería ser mi línea! ¿¡Qué le estás haciendo a Aika!?”

“Ahhh… ya veo.

Suzuka asintió.

“Amo, no sabes cómo se siente ella.”

“Esto solo parece un abuso, sabes.”

“No. Es más, cuando despierte, pidámosle que te lo cuente ella misma.”

“Suzuka, eres extraña.”

Diciendo eso, Keito salió de la habitación. Creyendo que él era quien tenía la razón.





[1] Es el vibrador que parece micrófono. Ya saben cuál es, si no solo Googleen.







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