Un Baño con la Princesa y la Sirvienta Sádica Detrás


Un Baño con la Princesa y la Sirvienta Sádica Detrás

Traductor Jap-Esp: Trihexa

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Después de ser exprimido por Suzuka montada sobre él, Keito sintió que aprendió a controlar un poco su eyaculación.

Ahora mismo podía aguantar más tiempo con Aika.

Parecía satisfecha con eso.

“Keito, ahora que puedes hacérmelo tantas veces, se siente mucho mejor.”

“Me alegra que me digas eso, Aika.”

“Aunque… no me gusta que hayas tenido que aprender esto con Suzuka.”

Aika infló sus mejillas.

Parecía que estaba celosa.

“Ah, aunque sudé bastante.”

“¿Quieres que nos demos un baño?”

“Eso suena bien.”

Y así, ambos entraron al baño.

La mansión de Aika era grande, entonces, el baño por supuesto que también lo era.

“Keito, ¿realmente sudas tanto?”

“Sí, creo que sí.”

“Yo me siento pegajosa cada que terminamos de hacerlo.”

“Ah sí, debe ser el sudor.”

“No, es todo el semen de Keito que queda en mi cuerpo.”

“A—haha…”

No tuvo más remedio que reír. Ahora que ya no eyacula tantas veces, la cantidad que dispara en una sola vez es mucho mayor.

“Pero no me desagrada terminar sudada y cubierta de tu semen.”

“¿En serio…?”

“Eso es porque puedo sentirte más cerca.”

“¿Sentirme?”

“Sí. Tu olor, la esencia que proviene de tu semen. Siento como si estuviera siempre contigo.”

“Creo que estamos volviéndonos un poco extraños, sabes.”

“Pues yo estoy feliz así.”

Aika dijo mientras enjabonaba a Keito.

“¿Uh? ¿No usarás toalla?”

“No voy a usarla.”

“……”

Esta princesa era atrevida.

Le puso jabón en su vello púbico y comenzó a hacer burbujas.

“Oye, Keito.”

“¿Qué pasa?”

“¿A qué edad le crece a los hombres el vello púbico?”

“Fuh…”

Keito no pudo responder a esa repentina pregunta.

“¿¡Por qué preguntas eso…!?”

“Solo estoy interesada.”

“…”

Aika lo vio con ojos serios, así que debía responder.

“Te lo diré cuando me digas cuándo te creció a ti, Aika.”

“Eso me da vergüenza.”

“Entonces no responderé.”

“Fufu, entiendo… me gusta que seas así Keito, te responderé.”

“Está bien.”

“Pero primero tú, Keito. ¿Cuándo fue?”

“Creo que cuando estaba en la secundaria.”

“¿Eh? ¿Les crece tan tarde a los chicos?”

“¿Pues a qué edad les crece a ustedes?”

“Uhm, creo que cuando estaba en sexto año de primaria. Más o menos a mitad de curso, creo que también a las demás chicas de mi salón.”

“Heee.”

Ha oído hablar de que las mujeres se desarrollan primero, pero estaba impresionado.

“Supongo que somos distintos, Aika.”

“Sip. Además, la cantidad y forma de vello son distintos.”

Aika acarició su vello púbico con sus manos llenas de espuma.

“Después de todo, somos hombre y mujer.”

“Así es. Y ya no somos niños.”

“Tu cuerpo tampoco es igual…”

“Uwah, Aika…”

Extendió sus dedos desde el pubis hasta su pene. Tocándolo mientras lo lava.

“Debes de limpiarlo correctamente.”

“Kuh… pero lo haces de una forma tan erótica.”

Keito solo pudo arquear su cuerpo.

Aika al verlo, lo lamió.

“¿A-Aika…?”

“¡No puedo soportarlo más!”

“¿Eh?”

“¡Eeey!”

Empujó el cuerpo de Keito al suelo y ella se dejó caer encima de él.

Sus pechos redondos y suaves se golpearon contra el pecho de Keito.

“¡Nhhaaa!  Ahora puedo hacer lo que quiera contigo, Keito.”

“Uhh, eres increíblemente suave, Aika.”

No solo sus pechos, su abdomen, sus muslos, todo se sentía tan suave. Al sentir eso, era natural que reaccionara.

“Ahhh, el pene de Keito se está poniendo duro.”

“Eso es porque estás pegadita a mí, Aika.”

“Pero está bien, yo también estoy mojada ya.”

“Ya veo…”

“Pero, ahora yo tengo el mando.”

Con una sonrisa, Aika comenzó a moverse de un lado a otro. Podía sentir la suavidad de su carne.

“Fuhh… a veces también me gusta tomar la iniciativa.”

“A-Aika…”

“Keito, ¿se siente bien?”

“Se siente increíble.”

“Me alegra escuchar eso.”

Quizás aliviada, pero al escuchar eso pegó más su cuerpo a él.

Podía sentir como el pene de Keito la empujaba.

“Esto, también me hace sentir rara, mis pezones se están poniendo duros…”

“Los pezones de Aika son increíbles…”

“No… no digas cosas vergonzosas.”

“Están tocando mis pezones.”

“Sí, es así.”

Sosteniendo sus propios pechos, Aika superpuso sus pezones con los de Keito.

“Fuhhh… este tipo de caricias se sienten bien también…”

“Sí, se siente bien, Aika.”

“Es bueno saber qué caricias nos hacen sentir bien a ambos.”

“Eso lo hace sentirse más erótico.”

“… aunque me llames pervertida, eso está bien, Keito.”




“Aika…”

Mirándose de frente, ambos se besaron.

“Chyuuuu—nhhhuu. Me encanta besarte, Keito.”

“A mí también, Aika.”

“Saca tu lengua.”

“¿Así?”

“Sí—uhhhmmm, nhhhyuuu.”

Cuando Keito sacó su lengua, Aika enredó la suya con la de él.

Se adentró en su boca, tocando todo el interior de ella.

“Haaa… ahh… Aikaaa…”

“Fufu, Keito, te estás estremeciendo.”

“Eso es porque eres muy intensa.”

“Ah, es que se siente muy bien que me beses así de intenso. Nunca pensé que un beso fuera tan excitante.”

“No creo ser tan bueno besando.”

“Bueno, no puedo confirmar eso.”

“¿Por qué…?”

“Porque tú fuiste la primera persona que besé, Keito.”

“¡Eh…!”

Se sorprendió, pero estaba feliz en el fondo.

Al mismo tiempo, la abrazó, como si le agradeciera.

“Keito… tu pene… está muy enérgico.”

“L-Lo siento.”

“Parece que besarme te excitó más.”

“Bueno, besarte me pone feliz, Aika.”

“Me alegra escuchar eso.”

“Solo digo la verdad.”

“Oye, Keito.”

“¿Qué pasa…?”

“¿Quieres hacerlo de nuevo?”

Hasta ahora lo han hecho muchas veces, pero parece que su cuerpo aún puede continuar. Naturalmente, Aika tiene mucha libido, por lo que siempre estaba dispuesta a tener sexo.

Entonces, Keito abrazó a Aika, respondiendo a sus sentimientos.

“Por supuesto.”

“Entonces…”

Aika comenzó a mover su cintura.

“Espera.”

Keito la detuvo.

Aika infló las mejillas y se detuvo.

“¿Por qué me detienes? Pensé que querías que te hiciera sentir bien.”

“No, no es eso. Sino que quiero intentar un juego nuevo.”

“¿Juego nuevo?”

“Sí, Aika me lo dijo el otro día.”

Keito sacó algo del baño.

“Vamos, ponte esto.”

Eso era, un traje de baño escolar blanco.

Aika se quedó mirando.

“¡No! ¡Es vergonzoso!”

Keito la miró.

“¿Por qué?”

“E-Eso es… ¡por el tamaño…!”

“Y-Ya veo…”

Aika se dio cuenta de que Keito se desilusionó un poco.

“Suzuka me dijo que lo habías usado hace tiempo y me lo dio.”

“Eso fue cuando estaba en la primaria.”

En otras palabras, ya era demasiado pequeño.

Pero Keito quería que Aika lo usara.

“¡No! ¿Cuánto crees que he crecido desde entonces?”

“Bueno, estando desnuda frente a mí, creo que puedo imaginarlo.”

“Keito… te has vuelto todo un sado.”

“¿Eso crees?”

Pero realmente quería jugar con ella. Todo gracias a las ideas de Suzuka.

“¡Además, de dónde lo sacaste! ¡Cuando entramos al baño no tenías nada en las manos!”

Keito apuntó a una caja de accesorios en el piso.

“Aquí lo había guardado desde antes.”

“Ah, ya veo…”

En la caja, había juguetes sexuales.

Esto también fue una idea de Suzuka.

“Realmente no entiendo a Suzuka a veces.”

“Cierto, siempre me sorprende.”

“Pero ahora estoy enojada con Suzuka.”

“Aika, eso no está bien.”

“Uhm… es que te da ideas tan raras.”

“Bueno, como sea. Úsalo. Es una orden.”

“A-Ah. Si es una orden…”

Cuando se lo dijo, Aika agarró el traje de baño de la primaria y comenzó a ponérselo. Quedó un poco atrapado en sus muslos, pero como la tela era muy elástica, logró subirlo.

Pero,

“¡N-No me sube del trasero!”

Como era de esperarse.

“Keito, te lo dijeee. Es imposible.”

“Te ayudaré entonces.”

“¿¡Eeeeh!? ¡No! ¡No hagas eso!”

“Tranquila.”

Keito se puso detrás de ella y jaló el traje de baño hacia arriba.

“¡D-Dueleee! Keito, ¡dueleee! ¡No cabe mi trasero!”

“Eres una princesa, debes poder soportarlo.”

“¡Pero no se puede! ¡Esto es demasiado pequeño!”

“¡Entonces…!”

“¡Aaaaah!”

Le vertió agua con jabón para que pudiera resbalar.

“¡Kiii…!”

Parece ser que de esta forma logró ponérselo sin romperlo.

Ahora Aika trae puesto el uniforme de natación.

Estaba tan pegado a su cuerpo que podían verse sus areolas. Estaba apretado entre sus nalgas y en su entrepierna.

“Mira, Aika. Te queda perfectamente el traje de baño, incluso su vello púbico sobresale de tu entrepierna.”

“¡N-No mires eso…!”

“Con ese traje parece que se ve diferente el vello, se ve un poco rizado.”

“¡No estés diciendo cosas así…!”

“Solo puedo excitarme al verte así…”

Se sentó al borde de la bañera y la agarró de la cintura para jalarla hacia él.

“Ohhh, se siente bien tu cuerpo con esto.”

“No… esto me da vergüenza.”

“Me recuerda a cuando estabas en la primaria[1].”

“Uhhh… nunca pensé que me verías así.”

“Sí, también quiero verte aquí…”

La sentó sobre sus piernas, la agarró por debajo de sus rodillas y comenzó a abrirle las piernas. Deslizó el traje de baño de su entrepierna e insertó su pene.

“¡Kyaaah! ¡Me lo metiste muy de repente…!”

“Ahhh, ¡se siente muy bien dentro de ti!”

“¡No sacudas tan fuerte tus caderas!”

Abrió sus piernas completamente y pudo insertarlo más profundo que de lo habitual.

Las paredes vaginales de Aika lo apretaban desde la base hasta la punta. Aika, quien parecía un poco incómoda con el traje de baño, poco a poco se llenaba de éxtasis.

“Aika, ¿no estás más excitada que de costumbre?”

“N-No es así…”

“Si mientes, dejaré de moverme.”

“Perdóname, ¡sí estoy muy excitada!”

“Ahaha, qué honesta eres.”

Con el traje de baño puesto, podía sentir su piel adherirse a él. Y con cada movimiento, sentía como la tela en su entrepierna se encajaba más.

“¡Hyahhh! ¡E-Estás llegando muy al fondooooo!”

“¡Se siente demasiado bien!”

“¿¡Fuhh!?”

“Sé que ya entrené mi eyaculación, ¡pero parece que ahora mismo se siente mucho mejor dentro de ti!”

“¡Ahhhhhhhh! ¡Tu pene se está poniendo más gordoooo! ¡Más y más grande!”

“Aika, ¡estás más caliente de lo habitual!”

“¡No—no—no! ¡Estás tocando un lugar extrañooo!”

“¿¡Un lugar extraño…nh!?”

“¡Siento que me voy a hacer pipí! ¡Ahí estás tocando!”

En otras palabras, está tocando la vejiga con su pene.

Keito pensó en algo.

Cierto, cuando Aika se pone así de caliente, todos sus agujeros se relajan…

Entonces, decidió cambiar el ángulo de su pene para poder estimular directamente la vejiga.

“¡Fuhhaaaaa! ¡Nooooo! ¡N-No ahiiii! ¡Va a salirrrrrr!”

“¡Está bien, sácala!”

“¡Va a salir mucha! ¡Me voy a hacer pipí!”

“¡No importa, ya lo has hecho vestida de perro!”

“¡Nhaaaaaaaah! ¡Va a salirseeeeeeeeee!”

En ese momento, Aika gritó.

*Psh—psh—shaaaaaaaaaaan*




Un líquido claro salió disparado desde su uretra dibujando un hermoso arco. Tal vez ya tenía ganas de orinar, pero fue demasiado.

“¡Fuhhhhhhaaaaaa! ¡Está saliendoooooo! ¡Me hago pipiiiiii!”

“Aika, ¡es demasiado! Incluso llegas tan lejos como un hombre.”

“¡No me compares con un hombreeeee!”

“Nhhh, parece que me estoy excitando de solo verte.”

“¡Pervertido, idiota! ¡No te excites cuando estoy orinando!”

*Shshshshshshh*

“¡Kuhhooo!”

Cuando la penetró de nuevo hasta el fondo, su orina se detuvo. Tal vez porque contrajo sus musculos.

Pero de pronto, volvió a orinar otra vez.

*Byunbyunbyunbyun*

“¡Aaaaaaaaaaaahhhh! ¡¡Siento tu semen calientitoooooooo!”

“¡Me corro…nhh!”

“Ahhhhhhh… Keito, idiotaaaa…”

“Pero, estás feliz. ¿Verdad?”

“¿Qué vas a hacer si esto hace que tenga un fetiche extraño? ¡Voy a perder mi orgullo!”

“Te amaré, aunque tengas este tipo de fetiches, Aika.”

Simplemente, Keito la besó.

 

 

 

“Fuuh—”

Keito salió del baño y regresó a la habitación.

“Parece que se divirtieron, amo.”

“¡Su-Suzuka!”

Una chica vestida de sirvienta estaba en su habitación. Extrañamente, pues había cerrado con llave.

“Si dices eso… ¿n-nos viste?”

“Claro, hay cámaras en cada rincón de esta mansión.”

“¿¡Qué hay de nuestra privacidad!?”

Cree que cualquier palabra es inútil contra esta sirvienta.

Keito suspiró solamente.

“Entonces, ¿qué haces en mi habitación?”

“Vengo a castigarte.”

“¿Castigarme?”

Recordando, se preguntó si había hecho algo mal.

Pero… no se le ocurrió nada.

“¿No entiendes?”

“Para nada.”

“Es por su jueguito en el baño.”

“¿No fue tu idea desde un inicio?”

“No hablo del traje de baño. Eso estuvo bastante bien, le quedó fascinante.”

“… tanto que decidiste grabar la escena.”

“Así es.”

“Entonces, ¿cuál es la razón?”

“La orina.”

“¿Uh?”

“¿Por qué no bebiste la orina de la princesa?”

“¡E-Eeeeh…!”

Ese era el motivo de su enojo, Keito no sabía qué hacer.

“Muy mal, amo. ¡La orina de la princesa es como agua bendita!”

“No lo sé…”

“Así que debiste beberla.”

“Eh… ¿acaso te gusta eso, Suzuka?”

“¿Qué estás diciendo? Solo quería que mi amo la probara.”

“¡No me estás respondiendo!”

No sabía qué pensaba Suzuka.

“Como sea. Por el momento te castigaré.”

“¡Pero si no hice nada malo…!”

“¡Claro que lo hiciste!”

Jalando la toalla en la que iba envuelto, Suzuka lo dejó desnudo.

Luego lo jaló hacia el borde de la cama.

“¡Duele!”

“Claro, es un castigo.”

Luego, sacó un látigo de un estante cercano.

“¿¡Eeeeeeeeeeeeh!?”

“¿Qué te sorprende?”

“¡Espera! ¡Ese látigo para qué es…!”

*¡Zaz!*

Latigueó el suelo.

“Tranquilo. No tengo intenciones de golpearte, amo.”

“¿E-En serio…?”

“En cambio, te daré un dolor más intenso que el de ser golpeado.”

Eso claramente es peor.

Suzuka se sentó al borde de la cama y estiró las piernas para entrelazar el cuerpo de Keito.

“¡U-Uwah!”

Keito no opuso resistencia, solo se quedó dándole la espalda a Suzuka. Mientras, los pies de Suzuka se acercaron a la entrepierna de Keito.

“Te haré sentir bien con mis pies.”

“¡K-Kuh…!”

Cuando el pene de Keito fue estimulado por los dedos de Suzuka, se endureció rápidamente. Se puso erecto y la punta enrojeció mientras de ella salía un poco de líquido.

“Toma esto como un regalo—”

Suzuka se quitó una de sus calcetas y se la enredó alrededor de su pene. Debido a que se la acababa de quitar, estaba bastante caliente.

“Amo, tu pene se puso más duro, ¿verdad?”

“¡N-No es así!”

“Fufufu, parece que te excita el que vaya a hacerte una paja con mis pies mientras tienes envuelto el pene en mi calceta.”

“Te digo que... no es así…”

“Parece que necesitas más castigo.”

Suzuka enredó el látigo en el trozo de carne de Keito y cuando lo jaló hacia arriba, quedó completamente apretado en él.

“D-Duele…”

“Claro que duele. Estás muy sensible por terminar de tener sexo.”

“¡Alto, Suzuka!”

“No.”

Luego comenzó a mover sus pies de arriba abajo para masturbar su pene.

Era un footjob excelente.

Movía sus pies suavemente y podía sentir la estimulación.

“Fufufu. ¿Qué tal se sienten mis pies?”

“S-Se siente rico…”

“Qué honesto eres.”

“Es porque me has educado bien, Suzuka.”

“Mira nada más. Puedo ver que tu pene está chorreando líquido pre seminal. Qué pene tan travieso.”

“L-Lo siento.”

“Bueno, continuemos con esto.”

Mientras seguía moviendo sus pies mientras jalaba el látigo y su respiración se agitaba más y más. Además, Suzuka comenzó a pellizcar los pezones de Keito con la mano izquierda, por lo que aumentaba la sensación.

“¡A-Aaaah!”

“¿Ooh? ¿Qué fue esa voz? Amo…”




“¡No puedo con tanto placer…!”

“Tranquilo. Apretaré más el látigo.”

“¡D-Duelee!”

Pero aunque duela, se siente bien.

Debido a eso, solo podía sentir placer.

“¡Haaaa, es suficiente…!”

“No.”

“Pero…”

“Pero nada.”

“A este paso… me voy a correr…”

“Eso es lo que quiero ver.”

“¡No juegues así conmigo!”

Mientras hablaban, su pene se hinchó más.

“Amo, se te puso más duro.”

“¡No es cierto!”

“Creo que si sigo apretándolo se pondrá más y más duro.”

“¡Oghhhhhuu…!”

Sentía como si su pene fuera a estallar. Quería dejar salir todo su semen, pero el látigo se lo impedía. Pero, no era desagradable, esa sensación era hasta cierto punto, placentera.

“¡A-Aaaaahh! Se… ¡se siente raro…!”

“¿Ya cambió tu sufrimiento a placer?”

“Por favor, ¡déjame correrme!”

“No.”

“¡No lo soporto más, en serio!”

“Me llena de placer el solo verte así.”

Su pene ahora tenía una forma extraña, solo la base de él estaba hinchada.

“¡N-No puedo más……!”

Cuando Keito apretó los dientes,

*Fyun*

El látigo que ataba su pene se rompió.

Al mismo tiempo, el semen salió como si fuera una fuente.

“Ahhh~~~, ¿mi látigo no soportó tanta fuerza?”

“¡¡Guhhhhhh…!!”

Estaba feliz porque pudo dejar salir su semen de alguna manera, pero le aterró el pensar qué hubiera sucedido si continuaba así. En el peor de los casos, podría volverse loco.

Pero…

“Suzuka, en serio planeabas matarme.”

“¿Ya lo entendiste entonces?”

“¿¡Es en serio!?”

“Después de todo, de esa manera me habrías dejado a la princesa para mí.”

“¿Eh?”

“Entiendo que la amas. Y sé que ella también te ama a ti.”

“Suzuka…”

“¡Pero! ¿¡Dónde quedo yo!? ¿¡Sabes cómo me siento de que me deje a un lado después de que he estado desde siempre con ella!?”

“……”

Por lo general Suzuka nunca deja ver sus emociones.

Pero, ahora mismo, Keito podía verlos y leerlos a la perfección.

“No puedo perdonarte. Pero, yo también te amo…”

“¡Eh……!”

“Tras verlos tantas veces… creo que me enamoré de ti porque la princesa te ama también.”

“Su-Suzuka…”

“¿No crees que estoy loca? Amo a la princesa, pero también te amo a ti.”

“… no creo que lo estés.”

“¿Ke-Keito-sama?”

“¡También tú me gustas, Suzuka! ¡Después de todo, he aprendido todo esto de ti!”

“¿En serio…?”

“Te lo digo en serio. Te demostraré que no te estoy mintiendo.”

Keito agarró el cuerpo de Suzuka y la inclinó sobre el escritorio en la habitación.

Levantó su falda y puso sus manos en las bragas para quitárselas.

“Suzuka, tú siempre fuiste la dominante. Pero esta vez lo seré yo.”

“A-Amo…”

“¿Lo entiendes?”

Keito acercó su pene erecto a su vulva.

“¿Y-Ya lo tienes tan duro? ¿¡Pero si acabas de eyacular!?”

“Esta es la prueba de que me gustas. De hecho, desde que me hiciste la paja en la entrada de la mansión, me empezaste a gustar.”

“Ahh…nunca pude imaginarlo.”

“Lo meteré.”

Después de haberle quitado las bragas y dejado expuestas sus nalgas, la tomó de la cintura y embistió.

“¡Nhhhhhaaaaaaaa! ¡No, noooooo! ¡No te muevas tan repentinamente!”

“Parece que también eres débil si te ataco de la nada, Suzuka.”

“E-Es la primera vez que tú tienes el mando.”

“Tu expresión llena de éxtasis también es muy linda.”

“N-No soy para nada linda…”

“Tus caderas también tienen muy buena forma.”

“¡Nhhaaa! ¡Se está poniendo más duro tu pene…!”

“Al pensar en tu cuerpo no tuve más remedio que excitarme.”

Movió sus caderas de manera rítmica.




La punta de su glande golpeaba lo más profundo de su vagina, una y otra vez.

“¡Hyaaaaah! ¡Estás tocando mi útero!”

“Suzuka… qué estrecha estás.”

“¡Soy tu mujer! ¡Soy tuya, amo! ¡Soy tu sirvienta sádica!”

“¡Deberías ser más sumisa de vez en cuando!”

“¿E-Eso crees…?”

“Me gusta tomar las riendas de vez en cuando, sabes. ¡Después de todo se siente muy bien, Suzuka!”

“¡Nh…!”

“Por primera vez tu cara se ve más femenina. ¡También la forma en que mueves tus caderas!”

“¡Nooooo! ¡Se siente muy bieeeeeeeeen!”

“¡Estoy por venirme!”

“¡Nhhhhhaaaaa! ¡Dámelo! ¡¡Por favor llena mi vagina con tu semen!!”

*Byunbyunbyunbyun*

El fondo de la vagina de Suzuka, se llenó de un líquido blanco y lechoso.

“Kuuuuhh, ahhhh. Está saliendo. Estás eyaculando en mi vagina…”

“Oh, parece que te gusta que me corra en tu vagina. ¡Te gusta que te llene de semen!”

“¡Guhhhhh! ¡Hyaaaaaah! ¡Puedo sentirlo…!”

“¿Se sintió bien?”

“S-Sí—fue el mejor de los placeres…”

“Ya veo. Eso está bien.”

En ese momento, Keito sacó su pene.

Al mismo tiempo que lo sacó, Suzuka cayó en su lugar.

“Haaa—haaa… mi fuerza…”

“¿No puedes mantenerte de pie?”

“N-No… nunca me había sentido asiii—”

Un líquido blanco rebosaba de la vagina de Suzuka.

Su ano también parecía estarse contrayendo, la vista de Suzuka era genial. Entonces Keito la detuvo.

“Vamos a la cama.”

“Amo…”

“Pero antes…”

Keito besó a Suzuka.

Para demostrarle que realmente la ama.





[1] Si bueno, claramente vemos un complejo pedófilo aquí. Jajaja



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