La Sirvienta Sádica Ataca


La Sirvienta Sádica Ataca

Traductor Jap-Esp: Trihexa

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Suzuka, con unos binoculares observaba desde la ventana de la mansión a Keito y Aika teniendo sexo de perrito.

Fufufu, todo va como pretendía…

Era lo esperado después de salir vestida como perro a dar un paseo.

No importa cuán digno seas, al final, los humanos son meros animales.

Instintivamente, necesitas sexo. Aún más si estás vestido como un animal. Esto sumado a una situación donde todos te pueden ver.

Ahora mismo, los dos seguían moviendo sus caderas.

La expresión de Aika es como la de un animal en celo. Está gimiendo con la boca abierta. Tal vez solo es cuestión de tiempo para que alguien se de cuenta. Existe el riesgo de ser descubierto, esto tal vez le excitaba más a Aika.

Con eso en mente, Aika no pudo aguantar la risa.

Princesa… qué vista tan maravillosa

Para ser honestos, a Suzuka le gustaba Aika.

No como amiga, ni como mujer—sino como objeto sexual.

Suzuka ha vivido siempre como sirvienta. Nadie es más servicial que ella.

Para ello, su deber es darle placer a Aika.

Una persona normal no podría.

Incluso Suzuka se resistía un poco al principio.

Entonces, ¿cómo es que Suzuka entró en esta relación con Aika?

Una simple razón.

La ama.

Se podría decir que es amor.

Fue una noche cuando se dio cuenta de sus sentimientos.

Tras un día de trabajo, como siempre, Suzuka se fue a la cama. Al recordar lo sucedido, su entrepierna se mojó.

Tenía solo 13 años.

Suzuka ya estaba bien desarrollada.

Abrió sus piernas y comenzó a masturbarse.

La primera vez.

Estaba impactada.

Su libido no era tan alto en ese entonces. Hasta ese momento, nunca sintió la necesidad de nada sexual.

Pero pensó en Aika.

Imaginó que se bañaban y lavaba su cuerpo.

Se imaginó tocando con sus manos los pechos de Aika.

Ella ya tenía grandes pechos y unas caderas anchas. Tenía la figura de una mujer, una a la que todas envidiarían.

Comenzó a tocarse los pechos con fuerza, sintiendo el enorme placer.

En la cama, no podía dejar de tocar su vagina. No importa cuán atractivo fuese un hombre, a ella nunca le interesó, pero cuando pensaba en Aika, por alguna razón su deseo sexual se elevaba intensamente.

Y entonces, se dio cuenta de que estaba enamorada.

La amaba.

Pensó que podría hacer cualquier cosa por Aika.

Pero lo que ella necesitaba era un hombre.

—Yamashita Keito.

Cuando lo conoció tenía dudas.

Pero ahora estaba convencida.

Él tenía un gran pene.

Cuando lo agarró y lo puso en su boca lo comprobó.

Sí…… tiene todo lo que ella necesita…

Es atractivo y con un buen pene.

Para ser sincera consigo misma, se sentía un poco celosa.

Quería que Aika fuera solo de ella. Pero no es lo que su princesa quiere.

Si lastimase a la persona más importante para ella, se sentiría fatal. Aunque deseaba a un hombre, no podía hacerlo.

“Fuuh…”

Suzuka suspiró.

Keito y Aika seguían teniendo sexo.

Mientras más los veía, más excitada se veía.

Mi princesa me fue arrebatada…

No odia a Keito.

Es un buen hombre.

Además tiene talento para ser sádico.

Pero, yo también…

Algo sucedía en su útero.

Sentía un hormigueo.

Suzuka es virgen. Nunca ha estado con un hombre.

Sin embargo, sería una mentira si dijera que no le interesa el sexo.

Pero, ¿a quién quiero…?

¿Aika?

¿O a Keito?

Suzuka no podía entender sus sentimientos.

Pero…

Observó la faena de Keito con Aika.

Ya casi…

Kei eyaculó. Como un animal.

Puede que la princesa no esté satisfecha con solo esto…

Entonces tenía que seguir entrenándolo.

“Fufu.”

Suzuka sonrió.”

“Lo entendí, amo.”

Suzuka murmuró.

 

 

Fue ese día.

“¡¡Aheeeeeeeeeeeeeee!! ¡¡Está tan profundoooooohhhhhhhhhhh!!”

No sabía cuántas veces habían sido ya, pero Aika ha tenido muchos orgasmos.

El juego de hoy, fue dar placer al ano y vagina de Aika.

De perrito, insertó su pene en la vagina, mientras metía un vibrador en su ano. El vibrador era tan grueso que comenzó a sangrar un poco.

Sin embargo, esto parecía demasiado placentero para Aika.

“¡Keitoooo…! ¡Eres increíble… !”

Con las mejillas teñidas de rojo, la mirada de Aika era extasaida.

Keito sacó su pene y se recostó en la cama.

“Estoy exhausto…”

“Yo también.”

Los dos se abrazaron en la cama.

Podían sentir la suavidad de sus cuerpos, lo que hacía a Keito querer abrazarla más.

Bueno, esto es por Aika…

Aunque no fue como lo esperó, estaba feliz de que su amor de muchos años le hiciera caso.

Podría tener sexo con su primera pareja las veces que quisiera.

Pero, Keito tenía algo de qué preocuparse.

“Oye, Aika.”

“¿Hm?”

“Sobre mi primera vez…”

“¿Te refieres al juego de perro en el parque?”

“Sí.”

“¿Qué hay con ello?”

“Me alegro de que primera vez haya sido contigo, Aika.”

Para ser sinceros, no fue la manera tradicional de una primera vez.

Vestida como perro y cogida en el parque. Posiblemente se volvió todo un show para los que caminaron por ahí.

“Keito, ¿por qué dices eso?”

“Bueno, porque fue memorable mi primera vez.”

“Ah, es eso.”

“¿Hum?”

Su reacción fue tan decepcionante que Keito se sorpendió.

“¿Qué te sorprende?

“Es que…”

“Ya sabes que soy una pervertida, ¿no?”

“S-Sí…”

Lo ha experimentado ya.

“Sé que te preocupas por mí, Keito.”

“Así es.”

“Pero esto es lo mejor para mí.”

“¿Eso crees?”

“Sí… por cierto, ¿cómo pensaste que sería tu primera vez?”

“Eso, uhm…”

No sabía cómo describirlo…

“Pensé que sería algo como, un beso, luego otro… después lo haríamos en un lugar adecuado.”

“Eso es demasiado vainilla[1], ¿no?”

“Supongo que sí.”

“De alguna manera yo también deseaba eso.”

“Eres una chica, después de todo.”

“¡Sip! Pero ya estoy más allá de eso.”

“¿Eh—?”

“Supongo que igual podemos tener esa experiencia, ¿no crees?”

“E-Eso sí.”

“Qué pasa con esa respuesta… demasiado decepcionada, creo.”

“¿Decepcionada?”

“Cuando me di cuenta, ya me había imaginado muchas cintas contigo, Keito.”

“¿En serio?”

“Sí, pensaba en ti todos los días…”

Eso es bueno.

Al mismo tiempo, lamentó dejarla por tanto tiempo. Si se hubieran re encontrado antes, tal vez las cosas hubieran sido distintas.

“Y de igual manera, creí que nuestra primera vez sería dulce. Pero me frustró que nuestra primera vez no haya podido suceder.”

“……”

“Estoy feliz de que hagas esto por mí, Keito.”

“¿Por qué?”

“Porque soy una pervertida que no le gusta lo convencional. Pensé que todos me odiarían al saber que era una masoquista.”

“Pero, yo te amo Aika. Por eso me puedo esforzar tanto por ti.”

“Lo noté cuando me tomaste con tanta fuerza por la cintura.”

“C-Cierto…”

“No eres muy fuerte, pero en el sexo, agarras mi cuerpo con tanta fuerza. Eso hace que me excite tanto.”

“Eso es bueno.”

“¿Y yo qué tal?”

“¿A qué te refieres?”

“En el sexo… cómo soy…”

“Demasiado intensa.”

“¿En serio…?”

Tal vez se avergonzó, pero lo vio con la cara sonrojada.

“Ehm… ¿no crees que soy desagradable…?”

“Para nada. Me gusta que seas así.”

“¿¡En serio!?”

“No estoy mintiendo.”

“Qué alivio~”

Aika suspiró con alivio.

“Cuando estoy tan caliente… me siento tan bien que no me puedo controlar.”

“¿En serio?”

“Sí. En realidad, quiero gemir como una chica linda, que suene más erótico… pero cuando tengo esa sensación proviniendo desde mi vagina hasta todo mi cuerpo, mi voz se vuelve vulgar y sale por sí sola.”

“Pero, me gusta que seas así de intensa.”

“¿No sería mejor si gimiera más femeninamente?”

“Hum. Tal vez, creo que sería lindo, pero a lo mejor no me satisfaría completamente.”

“¿Eh?”

“Soy hombre, es natural que tenga deseo sexual. Las chicas podrían estar satisfechas con solo el contacto de piel con piel, pero un hombre solo lo está hasta cuando eyacula. Así que, estoy bastante satisfecho.”

“¿Entonces hasta ahora lo he hecho bien?”

“Por supuesto.”

“¿Y qué tal si quiero algo más intenso?”

“¿Más?”

“Ehm……”

Aika escondió su rostro con las sábanas, parecía avergonzada.

“Ya sabes, soy muy pervertida… y quiero hacerlo más fuerte…”

“¿Qué quieres decir?”

“Ehm… quiero… correrme muchísimo…”

“Ah—”

Ciertamente, durante el sexo, Aika suele correrse una enorme cantidad de veces.

“Intento contenerme, pero a veces no puedo…”

“Está bien, aunque te contengas saldrá.”

“’¿Te parece bien?”

“Claro. No me causa ningún problema eso.”

“Aunque… ¿salga fuertemente?”

“¿Fuertemente?”

“Quisiera hacerlo normal, pero me gusta que me lo hagas violento y que salga por todos lados.”

“E-Entiendo.”

“¿No?”

“……”

Estaba sorprendido, pero si Aika quiere, lo hará.

“Está bien. Si así lo deseas, Aika.”

“¡Sí!”

No es una chica que suela sonreír mucho, pero esta fue una sonrisa bastante bonita.

“Hey, Keito.”

“¿Qué?”

“Hablar de estas cosas hizo que me dieran ganas de volver a hacerlo…”

“A mí también.”

“Oh, tu pene se está poniendo más grande.”

Aika agarró el pene que se elevaba lentamente.

“Está duro y grande…”

“Aika, por qué lo tocas tan de repente…”

“Porque estoy caliente…”

Ambos se miraron, cerraron sus ojos y acercaron sus labios.

Cuando estaban a punto de tocarse ambos labios,

“¿…?”

Sintió algo duro.

Extraño, puesto que los labios de Aika son suaves.

¿Qué pasa?

Keito abrió los ojos.

“¿¡Un sartén!?”

Había un sartén entre Keito y Aika.

Por supuesto, no apareció de la nada. Alguien apareció entre ellos.

“¡Su-Suzuka!”

La chica vestida de sirvienta estaba ahí.

“¿¡Qué estás haciendo!?”

“¿interrumpo un buen ambiente acaso?”

“Si eres consciente significa que sí, detente.”

“No. Ese no es el caso.”

Como de costumbre, era fría y silenciosa.

“¿Eh?”

“Como sirvienta que sirve a ambos, quiero presentarles una queja.”

“¿U-Una queja?”

Cuando Keito preguntó, ella respondió sin parpadear.

“Amo, tienes eyaculación precoz.”

Keito se sorprendió tanto que pareció haber sido golpeado por un trueno.

“¡Q-Qué estás diciendo!”

“Es la verdad.”

“Uh…”

Puede ser. Pero la vagina de Aika es lo suficientemente buena como para hacer eyacular a cualquiera en un instante.

“¿¡Por qué estás diciendo eso Suzuka!?”

“Porque los estuve viendo.”

“¡Maldita voyeurista!”

“¡Cállate eyaculador precoz!”

… y otra vez esa palabra.

“Amo, por favor cálmate.”

“Estoy calmado.”

“Existe una cura, puedes disfrutar del sexo sin problemas.”

“S-Sí…”

“¿Estás de acuerdo entonces?”

“De algún modo.”

“Entonces, princesa.”

Suzuka miró a Aika.

“¿Podrías prestarme al amo?”

“¿A qué te refieres con que te lo preste?”

“Tendremos una lección.”

“¿U-Una lección?”

“Lo entiendes, ¿princesa?”

“Eh, sí…”

Con una complicada expresión, Aika dijo eso. No le parecía divertido compartir a su hombre.

“Si estás interesada en verlo, puedes ver la pantalla como de costumbre. Si no quieres, entonces solo apágala.”

“E-Entiendo.”

“Entonces, amo… ven conmigo.”

“¡T-Todavía ni siquiera te digo que sí!”

“No es algo que vayamos a negociar.”

“¡No tomes decisiones por tu cuenta!”

Estaba sorprendido por las declaraciones de Suzuka.

Además,

“¿¡Tengo que hacer esto!?”

“Amo, no tienes otra opción.”

“¿Tendremos una sesión sádica…?”

“Parece que lo entiendes.”

Aunque quisiera oponerse, debe hacerlo. Así que Keito se puso de pie.

“Lo siento, Aika, debo irme con Suzuka.”

Y así, la dejó sola.

 

 

 “Acuéstate en la cama, amo.”

“¿Tan repentinamente?”

Keito, quien fue guiado a otra habitación estaba algo confundido.

“¿Por qué luces molesta?”

“No, no pasa nada.”

“Me parece que quieres entrenarme para tratar mi eyaculación precoz. Imagino que será como hacer ejercicio con pesas.”

“Pero… pero, ¿crees que necesitarías herramientas para entrenar?”

“Ahh, no lo sé.”

Suzuka sonrió.

“Amo, ¿será que no quieres tener sexo conmigo?”

“Por el momento, es así.”

“Fufufu. Qué delicado eres.”

“¿D-Delicado?”

“Así es. Yo soy mujer y me dejaría ser follada de inmediato. Si eres un hombre salvaje deberías aventarme sobre la cama y tomarme.”

“N-No creo hacer eso.”

“Uhm.”

Suzuka cruzó sus brazos.

“¿Entonces qué tal si me besas? Abrázame, junta tu cuerpo con el mío. O quieres que te diga, ‘amo ven y házmelo’…”

“Suzuka… ¿por qué estás tan de mal humor?”

“¿Acaso mi cara se ve diferente a la habitual?”

“……”

Bueno, de por sí es bastante difícil leer su expresión.

Pero siento que de plano está de mal humor.

No estaba del todo seguro, pero Suzuka actuaba extraño. Sentía que sus sentimientos ahora eran más intensos.

“¿Qué pasa? ¿No me besarás?”

“¿E-Estás bien con eso,  Suzuka?”

“Por supuesto.”

Además, declaró algo más.

“¿Por qué entonces sí quieres besarme? No tengo ningún placer sexual en ello.”

“Siento que besarte me sería más cómodo que lo demás. Después de todo quiero a Aika.”

“Entre tú y yo no hay amor, no lo malinterpretes.”

“Si no hay amor, ¿entonces por qué quieres exo?”

“¿Te das cuenta de lo que hablas?”

Suzuka suspiró profundamente.

“Quiero ayudarte a curar tu eyaculación precoz.”

“P-Pero…”

“Si es así, ¿lo harás conmigo? Es para ayudar a la princesa…”

“¿¡—!?”

“Por tu reacción… asumo que no estás listo para tener a dos mujeres.”

“Uh…”

Keito está en problemas.

Siendo honestos, sus sentimientos por Suzuka no están claros. Es una persona maravillosa y linda, pero cree que no puede ir más allá de eso.

¿Qué es lo que opino de Suzuka?

Aunque se lo preguntara a sí mismo, no tenía respuesta.

Pero, el hecho de que se lo cuestione tanto es que se preocupa de algún modo.

“Amo, realmente eres indeciso.”

“L-Lo siento…”

“Cómo sea.”

Suzuka agarró el pecho de Keito.

“¿¡Eh!? Suzuka… ¿qué estás haciendo?”

“Supongo que ya llegamos a esto. ¡Horyaaaaa!”

Gritó y lo empujó a la cama.

Keito cayó de espaldas en la cama.

“Quédate ahí…”

Keito solo podía preguntarse qué sucedería.

“Eres una pena de hombre.”

Suzuka cabalgó a Keito.

“Ahora yo estoy encima. Tal y como lo dijiste, Keito-sama. Estoy de mal humor, así que me divertiré contigo.

“¿¡Espera…!?”

“Qué pene tan lascivo, ya está erecto.”

Presionó el pene con su entrepierna.

“¡Oh!”

“¿Qué pasa, amo? ¿Sientes bien que te toque con mi trasero?”

“¡Kuh…!”

“Qué vergüenza. Por eso eres un eyaculador precoz.”

Keito no pudo decir nada.

Suzuka comenzó a mover sus nalgas de adelante hacia atrás, presionándolas contra su pene. A comparación de Aika, no tenía tanta carne, pero estaba bien definida.

“¡G-Genia…ll!”

“Qué duro estás. Tu cuerpo está reaccionando obedientemente, a pesar de que dijiste que solo querías a la princesa.”

“N-No hay forma de que no reaccione así.”

“Eso es cierto, entonces no digas que odias esto.”

“¿O-Odiarlo…?”

“Fufufu, dejemos eso de lado… ahora, entretenme por favor.”

Suzuka se quitó la falda y la ropa interior, y presionó su entrada contra el pene erecto de Keito.

El sonido lascivo resonó.

“Este pene hizo que la princesa se viniera mucho.”

“E-Eso…”

“Estoy realmente enojada.”

Suzuka se sentó sobre el pene.

“¡Ah-ahhh! ¡Suzuka esto se siente bien…!”

“¿Qué tal? ¿Te gusta mi vagina?”

“Khhh…”

“¿Se siente mejor que la de la princesa?”

“No puedo responder eso…”

“Ouh…”

Cuando Keito dijo eso, Suzuka detuvo sus caderas.

Ahora mismo, solo su glande está dentro de ella. No podía soportar tanta emoción.

“Amo, estás bastante excitado.”

“Kuhh.”

“¿Quieres meterlo?”

“Ningún hombre podría decir que no en esta situación…”

“Así es.”

“E-Entonces…”

“Solo dímelo, quiero que respondas honestamente. ¿Cómo es en comparación con la vagina de la princesa?”

“N-No puedo decir…”

“Me quitaré entonces.”

“¡Espera!”

Keito la detuvo.

No puede compararla con la de su amada novia. Existe la posibilidad de que Aika esté viendo esto.

Debo responder apropiadamente…

Tiene que elegir las palabras que no lastimen tanto los sentimientos de Aika.

Keito pensó en eso.

“Suzuka, la tuya es más estrecha.”

Dijo eso.

Y entonces.

—*¡Hachin!*

“¿Eh…?”

En ese instante, Suzuka le dio una bofetada.

“No me mientas.”

“No estoy mintiendo…”

“Estás mintiendo. Sé cuándo me mientes, amo.”

“¿P-Por qué?”

“Amo. Tal vez no lo sepas, pero cuando echas una mentira, tus cejas se elevan 3 milímetros.”

“¿¡Qué—!?”

Esta es la primera vez que escucha algo así.

Pero, tres malditos milímetros…

Cuánta habilidad de observación tiene.

“¿Lo entiendes? No intentes mentirme nunca más.”

“Uh……”

“Así que, respóndeme con sinceridad.”

Si ya está en este punto, sería malo no decirlo.

No sabe qué hará Suzuka después si vuelve a mentir.

“E-Entiendo. Te lo diré.”

“¿Cómo se siente mi vagina? En comparación con la de la princesa…”

“E-En comparación a la de Aika……”

Keito dijo con voz entrecortada.

“—Es más apretada”

Eso era más cierto.

Claramente la de Aika aprieta, pero la de Suzuka más.

Entonces, Suzuka.

“Respuesta correcta.”

“¿Eh? ¿Cómo que respuesta correcta? ¿Cómo sabes eso?”

“Yo lo sé.”

“¿Eh…?”

“Porque yo…… soy virgen—”

*Bun*

Suzuka se sentó en el pene de Keito, haciendo que entrara hasta lo más profundo.

Keito eyaculó inmediatamente.

“Acabas de… ¿terminar?”

“S-Sí… dejé salir todo.”

“Eyaculador precoz.”

“¡No pude evitarlo! ¡Tu interior se siente demasiado rico, Suzuka! Además……”

“¿Acaso no es porque soy virgen?”

“N-No. Ahora mismo, me diste tu primera vez.”

“¿Te la di?”

Suzuka se rio.

“¡No me hagas reír, maldito pene precoz! ¡Yo no te di nada!”

“¡Hiii…!”

“Fufu, me has malinterpretado de nuevo, amo. ¡Fui yo quien quiso darte mi cuerpo!”

“¿No es lo mismo?”

“Desde tu mediocre punto de vista, tal vez.”

“¿¡No se supone que una sirvienta no debe hablar así!?”

“Cómo sea, mueve tus caderas.”

“¡Ahhhhhhhhhh! ¡No me ignorees así—ahhhhhhh!”

Sonrió y comenzó a menearse duro. Levantaba sus nalgas y las bajaba con fuerza mientras se retorcía.

“¡Nhhaaaaaaah! ¡No! ¡No te muevas tantoooooo!”

“¿Te vienes?”

“¡Me vengooooooooo!”

*¡Byun!*

“Ah, lo dejaste salir.”

“¡Te lo dije! ¡Además estoy agotado! Detente y no muevas tus caderas—“

“Eres muy divertido, amo.”

“¡No te diviertas conmigoooohhhh! ¡Ughhhhhhh!”

“Pero, sigues con una erección.”

“¡No! Haces que mantenga mi erección porque no dejas de moverte.”

“Ese fue un dato interesante.”

“E-Esto duele un poco… ahhh, no… saldrá de nuevo—¡nhh!”

Eyaculó nuevamente.

Repitió las eyaculaciones a un ritmo más veloz que cuando cogió con Aika.

“Fufu, parece que también estoy bastante excitada.

“¿Su-Suzuka…?”

Aunque no era muy expresiva, el rostro de Suzuka cambió un poco. Estaba sudando. Y abrió la boca sacando la lengua.

Aceleró el movimiento de sus caderas, haciéndolo más intenso.

“¡I-Increíble! ¡Tu cosa sigue dura y está entrando y saliendo!”

“¡Es porque tú te mueves Suzuka!”

“Fufufu, ¡siento que mis caderas se mueven solas!”

“¡N-Nhh! ¡No puedo más! ¡Me corro!”

“Córrete, córrete, córrete. Te exprimiré por completo, ¡dámelo todo!”

“¡Me dejarás seco!”

“Aunque digas eso, tu pene sigue tan duro…”

Excitada, Suzuka dejó sus pechos al aire libre.

Eran pequeños pero bastante lindos, y se meneaban frente a Keito. Él no podía apartar sus ojos de los pezones, ya que se sacudían al ritmo de sus caderas.

“Amo, ¿te gustan mis pechos?”

“E-Están rebotando…”

“Fufu, son más pequeños que los de la princesa, pero espero te gusten.”

“Creo que son hermosos.”

“Eso es algo halagador. Y tu pene se puso más duro.”

“¡Uhhh!”

“¿Estás eyaculando mientras me ves los pechos?”

“Ahhhhhhhhhhh… khhhhh... ¡me voy a volver loco…!”

“¿Por qué lo dices con tanta lujuria?”

“¿L-Lujuria? Haaaa… haaaa…”

“¡Solo siento envidia de este duro pene!”

“¿Ehh…?”

“Con este pene, ¡puedes penetrar y ser uno con la princesa! ¡Yo no tengo pene, así que no puedo hacerlo! ¡Es frustrante!”

“¿Su-Suzuka—?”

“Te odio amo, odio este pene que sigue estando duro a pesar de correrse tantas veces. Por eso…”

Al inclinarse hacia el frente, Suzuka movió con más fuerza sus caderas. Más rápido. Mucho más.

“¡Haré que te corras tantas veces como quiera!”




“¡Uaaaaaaaaaah! ¡Detenteeeeeeehhh! ¡Me corrrrroooooooo!”

“¡Sácalo todo! ¡Dame tu semen espeso!”

“¡Me corrooooo!”

“¡¡Rápido—rápido—rápido—rápido—rápido!! ¡Haré que te corras cada cinco segundos!”

“¡N-No puedo detenerme! Ahhhh. Mi semen no para de salirrrr… ¡hugggghhh!”

“¡Qué voz tan desagradable!”

“Ahhhh… no digas eso. ¡Me corro!”

“Tu cara también es desagradable…”

“Kuhhhhh…”

“Pero…”

Suzuka clavó sus caderas hasta la base de su pene.

Al mismo tiempo, Keito eyaculó.

“S-Sigue saliendo. ¡Nhhhhhh…!”

Tal vez los movimientos de Suzuka eran increíbles, pero indiscutiblemente, el interior de su vagina era genial.

Sin más, Suzuka se dejó caer sobre Keito.

“¿S-Suzuka…?”

“Fufu, lo hicimos. Fueron tantas veces…”

“¿Cuántas veces me corrí…?”

“No las conté, pero tenías una expresión increíble, amo.”

“Suzuka…”

“No puedo regañarte, se sintió muy rico. Eyaculador precoz…”

“Cómo sea, da igual.”

“Creo que ya seré más obediente.”

“¿Eh?”

“Te dije que te odiaba, pero eso no es cierto.”

Cuando Suzuka le dijo eso estando encima de él, Keito abrazó su cuerpo. Al tocarla, pudo sentir como su cuerpo estaba empapado de sudor.

“Lo siento, amo. Parece que fui bastante mala…”

“¿Ehhh?”

“Déjame dormir un poco.”

“¡E-Espera! ¿¡A qué te refieres con obediente!?”

Cuando Keito dijo eso, Suzuka suspiró suavemente.

“¿Su-Suzuka…?”

Intentó moverla, pero no respondió. Parece que finalmente se quedó dormida.

“Suzuka, qué quisiste decir ……”

Tenía muchas cosas por las cuales preocuparse.

Pero al ver su cara dormida, pensó que nada importaba.

Era la primera vez que veía a una chica dormir.





[1] El sexo vainilla es el sexo común. Sin ninguna clase de desviación sexual.

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