La Noche y los Sentimientos de las Cuatro Chicas

 

Capítulo Extra – La Noche y los Sentimientos de las Cuatro Chicas

Traducción Jap-Esp: Trihexa

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Harumachi Hashira regresó a su casa después de explorar el laberinto… no, después de que Souhei Saino usara el Extracto del Deseo en ella.

De hecho, cuatro mujeres han caído por sus venenosos colmillos. Harumachi Hashira, Natsuno Hiyori, Akitsu Maya y Fuyushima Enishi.

Las cuatro han caído ante su depredador y ahora están reunidas en un solo lugar, misteriosamente.

 

 

“Haaa…”

 

En la esquina de una calle comercial un poco solitaria.

Eran las 3:00pm, había poco tráfico, todas habían notado su presencia, pero nadie dijo nada.

Hashira regresó a su casa avergonzada por la mamada que acaba de realizar y Hiyori está tratando de recuperarse de su sueño.

Maya, está entrando a la tienda.

 

“……”

 

Manteniendo la distancia, las cuatro se miraron entre sí.

Desconocen la razón del por qué guardaron silencio.

Pero, cuando se vieron, tuvieron una sensación extraña y dejaron de moverse como por acto reflejo.

Esta extraña sensación… no, no hace falta decirlo. Es una especia de simpatía instintiva… o competitividad que surge por el hecho de tener una relación especial con el mismo hombre.

Ninguna de las cuatro sabe que las demás han hecho cosas eróticas con Souhei. Pero, su instinto femenino les hizo sentir el aroma de Souhei en cada una de ellas.

Souhei no ha dicho ni una palabra al respecto, pero, el número de personas alrededor de él ha incrementado.

Todas están mirándose entre sí…

Como para romper la tensión, comenzaron a hablar.

 

“Sensei… buenas tardes.”

“Eh, ah… ahh. Fuyushima, Natsuno, Akitsu… también están aquí.”

“Ah, b-buenas tardes…”

“Sensei… buenas tardes, soy Fuyushima-san.”

 

Las cuatro mujeres comenzaron a saludarse.

Vaya atmósfera tan incómoda.

No sabían por qué estaban ahí, pero no perdían nada con saludarse.

Las cuatro tenían una sensación misteriosa.

 

“A-Ah, cierto. Hiyori, cuéntanos la vez que usaste la sombrilla de Saino-kun.”

“¿¡Nhh!?”

 

Maya comenzó a hablar de la nada.

Las otras dos mujeres se pusieron rígidas como una piedra.

Sin embargo, Maya no supo por qué comenzó a decir esto.

Su boca se abrió por instinto, como si sintiera la necesidad de decirlo.

Pero, ese primer golpe perturbó aún más la atmósfera.

Sin embargo, Hiyori, aunque con dificultad, comenzó a hablar.

 

“A-Ahh, b-bueno… e-en esa ocasión, Saino me estuvo hablando con mucho entusiasmo. Incluso me dijo que yo era linda…”

“Hooo…”

“……”

“Así fue~”

 

El rostro de Hashira estaba sorprendido ante las palabras de Hiyori.

Enishi estaba inexpresiva, pero, viéndola de cerca, puedes ver que su ceño está fruncido.

A pesar de que Maya sugirió contar eso, no pudo evitar levantar las cejas.

Es la mejor amiga de Hiyori, no tiene ganas de competir contra ella, pero al escuchar eso, no pudo evitar sentirse extraña.

 

“Yo… me acosté con Saino-kun.”

“¡…!”

 

El siguiente disparo salió de la boca de Enishi.

Ante esas palabras, las otras tres se quedaron atónitas.

Al usar el Boleto Especial Nocturno, el hecho de dormir juntos hace verse normal.

Pero, ese simple hecho es un ataque muy poderoso para sus rivales.

Tanto Hiyori como Maya han recibido también un Boleto Especial Nocturno. Pero, la superioridad de Enishi estaba por los cielos.

 

“¡Kuhhh…! Yo… ah, ehh… quiero decir… ¡eso es muy impactante…! U-Uhhmn…”

“……”

 

Intentó decir algo, pero se detuvo. Eso es obvio, Hashira no puede revelar su relación con un estudiante.

Las otras tres chicas no entendieron. Así que solo inclinaron su cabeza.

Su ataque fue un completo fracaso.

Hashira se sonrojó y se giró un poco, después de eso, alzó una fuerte voz.

 

“¡S-Sea como sea…! ¡Me voy a casa!”

“Eh… ahh… n-nos vemos, Sensei.”

“Nos vemos en la escuela, Sensei.”

“Adiós…”

 

Con el escape de Hashira, las demás chicas también se disolvieron.

La misteriosa reunión duró muy poco tiempo.

Hashira se dirigió a su casa, Hiyori y Maya caminaron y Enishi se dirigió a comprar algo en alguna tienda.

Sin embargo, las cuatro se fueron con cierto dolor o incomodidad en el pecho.

 

 

Esa misma noche.

Las cuatro chicas consultaron sus más profundos secretos con la almohada.

Después de la misteriosa reunión durante el día, su instinto de mujer les decía que algo estaba sucediendo. Como resultado, sus cuerpos se sentían extraños, y sus manos involuntariamente se dirigieron hacia esas partes más íntimas.

Y de ellas cuatro, Harumachi Hashira era quien se masturbaba con mucha más vehemencia.

 

“Ahhh, nhhhh, Sainooo… ¡ahhhhhh!”

 

La mayor de las mujeres que se reunieron el día de hoy, la que posee el cuerpo más adulto.

Está en pijama, pero su mano derecha está acariciando su parte íntima por debajo de la ropa interior… dándole especial atención a su clítoris.

Y claro, en quien estaba pensando era en Souhei.

Evitó tocar el interior de su vagina ya que está menstruando, pero, nada le impedía tocar su clítoris.

 

“Ahhh, Saino… uhmmmm, mhhh, ¡nchhhhuuu…!”

 

Comenzó a chupar su dedo índice de la mano izquierda, imaginando que es el pene de Saino.

Intentaba recordar lo que había hecho durante el día, e intentó meter su dedo hasta la garganta para reproducir el mismo acto.

No es la misma satisfacción que hacerlo con el hombre que desea, pero, aun así, está excitada. En este mismo instante desea a Souhei con todo su cuerpo.

 

“Nhhh, jhhhuuu… nhaaahh… ¡Saino… Saino!”

 

Mientras decía el nombre de Souhei una y otra vez, aceleraba sus caricias.

Su cama era un desastre, y la habitación olía a mujer en celo.

Siguió acariciándose con intensidad y finalmente… llegó ese momento.

 

“Ahhhh. Saino… ¡aaaaaaaahhhhh!”

 

El placer estalló mientras pensaba en Souhei.

Su cabeza se puso en blanco y su espalda se arqueó.

Sus hermosas y largas piernas comenzaron a temblar.

Pero, su orgasmo no duró mucho.

Su mente y su cuerpo poco a poco fue recuperando la calma y compostura.

 

“Haaa, nhaaa…”

 

Después de superar por completo el orgasmo, Hashira puso un rostro lleno de placer.

Se sentía bastante bien.

Pero, no fue suficiente.

Ella deseaba el aroma, el sabor y la sensación del cuerpo de Saino.

 

“¿Qué estoy haciendo…? Soy una profesora…”

 

Hashiro dijo esas palabras, aún cansada de su orgasmo.

Sin embargo, su corazón no sentía eso.

Tal vez lo que siente es amor… su primer amor. Hashira se limpió, arregló su cama y su ropa, y se quedó dormida.

El día siguiente, será lunes.

Parecía que estaba ansiosa y asustada de ver a Souhei el día siguiente.

 

También en esa noche…

Natsuno Hiyori, quien también está enamorada de Souhei, estaba tocándose igual que Hashira.

 

“N-Nhhaaa, ahhh… Sainoo…”

 

Hiyori decía el nombre de Souhei con una voz extasiada.

Está completamente desnuda sobre la cama.

Está jugando con su lugar secreto y sus pechos.

 

“Ahhhh, Saino, esto… n-no… ¡nhaaaaah!”

 

Mientras presionaba su vagina con sus dedos, escupía palabras de negación.

Su mente está delirando con Souhei.

Hiyori, quien desea ser violada, está imaginando un acto sexual violento con Souhei.

Está masturbándose mientras se imagina eso en su cabeza.

 

“Sa-Saino… ahhh, ¡Sainooo…!”

 

Hiyori estaba completamente excitada.

Sin embargo, no está insertando su dedo.

Ya que es virgen. Entonces no quiere perderla con su propio dedo.

Además, tal vez ni siquiera pueda hacerlo debido a la estrechez.

 

“A-Ahhh, noo… ¡nooo…! ¡Nhaaaaaaaah—!”

 

Hiyori estimulaba por fuera cada zona de su vagina, elevando su excitación.

Su cuerpo es pequeño, pero en esa cama, se veía muy erótica.

Su tono de voz denotaba que está al límite.

 

“Nhaaa, ahhh… sa… ¡Saino! ¡Ahhhhhhh!”

 

Elevó un fuerte grito y estremeció su cuerpo.

Imaginó a Souhei robándole la virginidad, y eso amplificó el placer.

Su consciencia parecía estar en las nubes.

Y así, Hiyori se quedó retorciéndose en la cama por un tiempo… pero eventualmente, empezó a controlarse.

 

“Haaa…”

 

Una vez que el placer desapareció por completo, suspiró profundamente y se puso de pie.

 

¿Qué estoy haciendo?

 

Cuando se calmó, ese fue el primer pensamiento que tuvo.

Imaginó ser violada por el hombre que ama y se masturbó.

Incluso Hiyori estaba asombrada… creyó que se había vuelto una pervertida.

 

Si Saino supiera que soy una pervertida… de seguro no me querría…

 

Suspiró mientras se limpiaba.

Pero, Natsuno Hiyori no tenía ni la más mínima idea de que la noche del día de mañana, Souhei la violaría, tal y como sus más profundos deseos lo anhelan.

Cuando terminó de masturbarse, no pudo evitar sentirse un poco mal con sigo misma.

 

 

A Maya le gusta Saino, pero, de una forma moderada.

Es decir, que no con tanta intensidad como las demás.

 

“Nfuuu…”

 

Maya estaba frotando sus pechos suavemente por encima de su pijama.

No está desnuda ni ha tocado su lugar secreto.

Pero cuando se acostó en la cama para dormir, no pudo evitar tocarse los pechos.

En su mente, solo estaba Souhei.

Tiene cierto grado de afecto por él gracias a la Sombrilla que Siente al Destino, pero en realidad, no tiene a otro hombre en quien pensar.

Así que solo podía tocarse pensando en Souhei.

 

“Haaa… nhhh… ahhhn…”

 

Continuó masajeando lentamente sus pechos.

Maya no considera que su cuerpo sea extremadamente sexual.

Si bien sus características son como las de una adulta, nunca ha pensado que su cuerpo no sea acorde a su edad.

Pero… los pensamientos de Maya han cambiado.

Ha llegado a pensar en que tal vez podría llamar la atención de Souhei con su cuerpo.

 

“Nhuu, haaa…”

 

Maya acarició sus grandes pechos.

El estímulo no era tan intenso, pero era muy placentero.

Sentía como si su cuerpo se sumergiera en unas aguas termales.

 

“Nhh… ahhh, nhhh… Saino-kun… ahhhhh…”

 

Decía en voz alta el nombre de Souhei, su corazón estaba muy agitado.

Poco a poco comenzó a sentir una mayor estimulación en sus pechos.

Pero, su amor por Souhei no es tan intenso.

Así que, Maya terminó su pseudo masturbación sin llegar al clímax.

 

“Fuuu…”

 

Se levantó de la cama y se quitó el pijama.

Tocó ligeramente sus pechos desnudos, y notó que su entrepierna estaba mojada.

Se puso unas bragas nuevas, quitó esas sábanas y las arrojó al cesto de ropa sucia.

 

… aquella vez, cuando estuve en contacto con las feromonas de Saino-kun me mojé mucho, mucho más…

 

Pensó en eso mientras regresaba a su habitación.

Le prometió a Souhei que examinaría su cuerpo, pero si comienza a sentirse como aquél día, no podrá controlarse.

¿Qué debería hacer si eso sucede?

 

“Por qué estoy pensando tanto en esto…”

 

Maya murmuró.

Su rostro se veía extremadamente feliz.

 

… y al mismo tiempo.

La última de las chicas, Fuyushima Enishi, también estaba auto complaciéndose.

Sin embargo, su motivación para masturbarse era distinta a la de las otras tres.

Souhei le dio instrucciones de masturbarse a diario para que fuera acostumbrándose al sexo.

 

“Ahhh, nhhh, ¡ahhhh…!”

 

Enishi metía sus dedos en su vagina con las piernas abiertas, completamente desnuda.

El placer era increíble.

Se había acostumbrado a meter y sacar debido a que lo hizo repetidas veces aquella noche con Souhei.

Sin embargo, no se sentía igual.

El trozo de carne del hombre que le gusta, es mucho mejor.

 

“Nhhh… ahhhh…”

 

Tocaba y daba círculos dentro de su vagina mientras jadeaba.

Y por supuesto, en su mente solo estaba Souhei.

No podía pensar en ninguna otra persona. Además de que Souhei le dijo que recordara todo lo que hicieron cuando se masturbara.

Entonces, es natural que pensara en él.

 

“Nhhh… nhhh, nhaaa…”

 

Frotó la parte externa, su vulva, su clítoris y luego volvió a meter sus dedos.

Dentro y fuera, repetidas veces.

Así fue como Souhei le dijo que lo hiciera.

Dijo que tenía que hacerlo para acostumbrarse a tener su pene dentro de ella.

 

“Nhhaaa… ahhhh—nhh…”

 

Lo hacía con fuerza y delicadeza.

Enishi metía y sacaba sus dedos rítmicamente.

Después de tiempo, comenzó a sentirse mucho mejor.

 

“Ahhh, anhhhh… ¡ahhhhh…!”

 

Sobre la cama estaba tocándose mientras acariciaba sus pechos.

Souhei le dijo que tuviera un orgasmo al día.

Así que lo hacía por él.

 

“Nhhhh, ahhhh, ¡nhhhhkk! ¡Nhhh—uhnnnnnn…!”

 

Su esbelto cuerpo se retorció de placer en la cama.

Estaba apretando uno de sus pezones mientras su otra mano metía los dedos en su vagina.

Estaba haciendo lo que Souhei le dijo, y pronto, llegaría al orgasmo.

Y así, ese límite no tardó en llegar.

 

“¡Ahhhhhhhhh… nhaaaa!”

 

Enishi cerró sus ojos y arqueó su cuerpo por el placer.

Fue tan intenso que batallaba para respirar.

Sin embargo, el orgasmo llegó.

Y al poco tiempo, su cuerpo fue calmándose.

 

“Nhh…”

 

Cuando se calmó por completo, se limpió y nuevamente se puso ropa interior y el pijama.

Cumplió con las órdenes de su hombre.

Y así, pudo dormir tranquilamente.

 

“… hasta mañana.”

 

En la cama, Enishi dijo esas palabras.

Claro, esas palabras fueron dirigidas… para Souhei Saino.

 

Así fue como terminó el día para las cuatro chicas.

 

Las chicas cuyos secretos desconocen entre sí.

Y Souhei, desconoce sus sentimientos.

Pero, poco a poco, esos sentimientos se van haciendo más intensos.

¿Cómo terminará esta historia de amor para ellas cuatro?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tal vez… y solo tal vez, la respuesta sea revelada cuando Souhei Saino llegue a la parte más profunda del laberinto.

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