La Mamada de una Sirvienta Sádica


La Mamada de una Sirvienta Sádica

Traducción Jap-Esp: Trihexa

--------------------


Keito regresó a su habitación y azotó la puerta al entrar.

¿¡Q-Qué diablos fue eso…!?

Podríamos decir que está exagerando, pero la verdad es que él conoce a la Aika sonriente y femenina. Y ciertamente, la voz de hace rato, los gemidos y movimientos, no eran para nada femeninos.

Sin embargo, el pene de Keito estaba duro.

Al ver esa Aika toda desordenada, solo pudo excitarse. Le excitaba ver a una chica hermosa como ella convertida en una bestia en celo.

Era bastante excitante.

¡Pero es raro…!

La razón por la que lo llamaron también lo era.

La petición de Suzuka también lo era.

Todo ha sido extraño.

Me pregunto si debería irme a casa…

Si se quedaba en esta mansión, podría volverse loco.

Pero… Aika…

Ella es su amiga de la infancia. Quiere salvarla.

¿Por qué podía hacer?

No tiene el coraje de ser tan dominante como lo es Suzuka con ella.

Mientras Keito reflexionaba,

*toc toc*

Alguien llamó a la puerta.

Inmediatamente se puso tenso cuando escuchó.

S-Será que…

Es probable que sea Suzuka.

Y sí. Era ella, probablemente había anticipado que querría irse.

Keito no sabía si abrir o no la puerta.

Entonces,

“¿Ketio, estás ahí?”

La voz que provenía de afuera era de Aika.

Aunque estaba un poco aliviado, le resultaba incómodo verla a la cara después de haberla visto chorrear tantos fluidos hace rato. Sin embargo, ella seguía tocando y no parecía querer rendirse.

Ah, Aika quiere que salga…

“¡Bueno! Voy a pasar.”

Aika entró a la habitación abriendo con fuerza la puerta.

“¡Hey! ¡No me ignores!”

“No, es solo…”

“¡No digas nada, idiota!”

“……”

Escucharla decirlo, solo le sorprendió.

“Muy bien. No escaparás. ¡Quiero hablar contigo!”

“E-Está bien.”

“Bueno, me sentaré.”

Al fin y al cabo es su casa, pero esta es la habitación de Keito. Se sentó al borde de la cama y con señas le dijo que se sentara a su lado.

Keito hizo lo que le dijo.

“Entonces, ¿de qué quieres hablar…?”

“¿Realmente preguntas eso?”

“Ah…”

Era obvio que es por lo de hace rato.

Aunque hablar de ello es algo incómodo.

“¿Por qué te cuesta tanto hablar, eh?”

“Uh…”

“Como sea, yo hablaré. Así que escucha bien.”

“S-Sí.”

“Creo que ya lo viste, soy una pervertida.”

“¿Y-Y tú misma lo dices así como así?”

“¿Ya lo entiendes? Me gusta que me vean, que me traten mal, incluso tanto hasta desmayarme de placer con un vibrador.”

“……”

“¡No te quedes callado, idiota!”

“¡Es que es algo incómodo, porque a la vez me excita que seas así!”

“¿¡Eh…!?”

Lo dijo sin más.

“Soy una masoquista, me gustan esas clases de cosas.”

“Oh, ya veo.”

“Soy una masoquista sin remedio.”

Aparentemente es tan maso, que es consciente de ello.

“¿Realmente sabes que eres una masoquista como tal?”

“Sí, llevo mucho tiempo siéndolo.”

“¿D-Desde cuándo?”

“Un año después de que tú y yo nos separamos.”

“¿Eh…?”

Keito se sorprendió tanto que no supo qué decir.

“¿Te sorprendiste?”

“B-Bastante.”

“Bueno. Lo entiendo.”

“L-Lo siento.”

“Ah…”

Aika estiró su espalda y dejó salir una dulce voz.

“Fufu… me siento tan bien hablando contigo, creo que me gustas.”

“Heee, pervertida.”

“¡Nhh!”

“¿Ahora mismo te sientes así como hace rato?”

“Sí. Después de todo soy una pervertida masoquista.”

“Y yo tengo algo que ver con esto, ¿verdad?”

“Sip.”

“¿Cómo?”

“Cuando era pequeña… me gustabas mucho, era tu admiradora.”

“¿¡Ehhhhh…!?”

Era la primera vez que escuchaba eso.

“Puede que no lo notaras porque siempre fui pésima expresando lo que sentía, pero realmente me gustabas mucho.”

“E-Eso es mentira…”

“No soy mentirosa. Eras el único niño que jugaba con esta mimada niña rubia.”

Cuando Aika era niña, siempre la molestaban por ser millonaria.

Es por eso que nunca tuvo amigos.

Ese hermoso cabello rubio que heredó de su madre la convirtió en una niña bastante llamativa en aquel entonces.

Por ello, Keito fue su único amigo.

Aika era una niña normal, pero los demás siempre la etiquetaban y muchos le quitaban el dinero que ella llevaba para comprar cosas.

Ahí es donde Keito siempre estuvo para ayudarla.

Después de recordarlo, la relación de Keito y Aika fue bastante buena.

“¿Lo recuerdas?”

“Sí… pero, Aika…”

“Y cada vez que pensaba en ti, me daba cuenta de lo mucho que me gustabas.”

“Ya veo…”

“Pero ahora, entre más pienso en ti más me siento caliente.”

“¿Caliente… dices?”

“Me he convertido en una pervertida pensando en ti.”

“¿¡En qué momento llegamos a esta parte de la historia!?”

El ambiente dulce, se puso extraño.

“No deberías de sorprenderte.”

“Claro que sí, ¡es extraño!”

“¡No es extraño!”

“Ahh, explícame bien, no estoy entendiendo.”

“Eso es fácil.”

Aika levantó su dedo índice y contiuó hablando.

“Quería ver a Keito, siempre. En serio quería verte. Pero no podía. No podía. No podía. No podía. No podía. No podía. Y eso de alguna forma, ¡se sentía bien!”

“¡En serio sigo sin entender!”

“Quería verte, pero no podía, eso me hacía sentir bien y mal al mismo tiempo.”

Sus palabras solo lo confundían más.

Esto es similar al fenómeno de Runners’s High, donde la persona que se siente angustiada o triste, corre lo más que pueda. Su cerebro confunde la sensación de cansancio por una agradable y así se distrae de su sufrimiento previo.

Quizás el cuerpo de Aika tuvo una reacción similar.

“Ya veo… creo que entiendo un poco.”

“Entonces empecé a sentirme más y más rara por no verte…”

“Sí.”

“Y ahora mismo me convertí en toda una masoquista a causa de ello…”

“Uhm…”

Keito no sabía qué hacer.”

“¿Tú me llamaste, Aika?”

“No, fue Suzuka.”

“¿Acaso, debería hacer las mismas cosas que ella hizo contigo?”

“Estaría feliz si lo hicieras.”

“Pero, no puedo.”

Keito no creyó poder hacer esto.

Como una persona, no, como un hombre, no puede lastimar a una mujer.”

“Entiendo.”

“¿Eh…?”

“Tal vez el juego que viste ahorita fue demasiada carga para ti.”

“¿Qué quieres decir?”

“Cuando saliste de la habitación, ¿sabes qué sucedió después?”

“N-No…”

“Después de eso, Suzuka insertó un vibrador en mi vagina y otro en mi ano. Más los que tenía afuera, me hizo correr con cuatro vibradores a la vez.”

“Ah, y-ya veo…”

“¿No puedes creerlo acaso?”

“N-No…”

“Estaba desmayada, con los ojos en blanco, babeando, no podía ni hablar.”

“¿¡P-Por qué llegas tan lejos!?”

“Cada día aumenta más la intensidad, no puedo controlar mis deseos sexuales.”

“¿No puedes controlarte…?”

“Creo que Suzuka te lo dijo, pero masturbo una y otra vez todo el día. No puedo parar.”

“Es demasiado…”

“Por ahora estoy bien, pero creo que pronto comenzará la urgencia de hacerlo de nuevo.”

No podía creer que después de tanto tiempo de no verla, fuera una pervertida que no puede controlar su líbido.

Pero ahora que ella misma se lo dijo, estaba más convencido.

Aika ha estado sufriendo…

Si lo ponemos así, es como una enfermedad.

No es un problema fácil de aliviar, tampoco es tan sencillo como parece.

Como amigo de la infancia, se sentía triste por la situación.

“Aika, ¿sufres por ello?”

“No creo que sea el caso.”

“¿¡Pero quieres resolverlo!?”

“Eso quisiera. Pero parece imposible.”

“No digas eso…”

“Está bien. Me quedaré en esta mansión hasta que muera, no molestaré a nadie aquí…”

“¡No digas eso!”

“Entonces, ¿¡tú me vas a salvar, Keito!?”

No podía responder de inmediato.

“¿Sabes por qué Suzuka te llamó? ¡Porque ella ya no es capaz de suprimir mis deseos sexuales!”

“Eh…”

“Tú eres el único que puede. ¡Solo tú puedes hacerlo!”

Gritó declarando eso.

Aika parecía una niña pequeña cuando gritó, pero se veía desesperada.

¿Qué podía hacer Keito?

Aika sufre… ¡kh…!

No podía escapar solo por miedo a lo desconocido.

Después de todo—vino para salvar a Aika.

“Está bien, Aika. Tendré el valor para hacerlo.”

“Keito…”

“Vine para eso.”

“Gracias.”

“Por cierto…”

“¿Por cierto, qué?”

“Realmente estoy sorprendido por lo que me acabas de decir. Pero, también a mí me gustabas.”

“¿Eh…?”

“¿Por qué luces tan sorprendida?”

“E-Eso es… porque nunca me lo imaginé…”

“Sé que no me di cuenta de tus sentimientos, pero siempre he estado contigo, y lo estaré…”

“Keito…”

“De hecho, tenía muchas ganas de verte.”

“¿En serio…?”

“Sí, ha pasado tanto tiempo. Quería saber cuánto habías cambiado.”

Cuando Aika me miró, noté que estaba sonrojada.

“¿Y qué opinas?”

“Eres realmente hermosa.”

“¿De verdad…?”

“No podría mentir. De hecho estaba nervioso cuando te vi por primera vez en mucho tiempo.”

“Me hace feliz escucharte decir eso.”

“¿En serio? No luces tanto…”

“Puede que expresivamente no lo demuestre, pero mi corazón se siente feliz.”

“Bueno, está bien.”

Creo que es agradable transmitir mis sentimientos. Al menos por ahora, antes de comenzar a decirle cosas sucias.

“¡Bien! Entonces, haré mi mejor esfuerzo…”

“¡Sip…!”

“Pero, ¿qué debo hacer?”

Keito lanzó la pregunta.

“Tú déjamelo a mí.”

De pronto la voz de Suzuka resonó.

“¿¡Su-Suzuka!?”

Keito se puso de pie y volteó a todos lados, pero no podía verla.

Entonces,

“Justo aquí, amo.”

Una voz llegó desde el techo.

Keito alzó la mirada y,

“¿¡Eeeeeehhhh!?”

“¿Por qué tan sorprendido, amo?”

“No, no, no, ¿¡de dónde diablos saliste!?”

“Del techo.”

“¿¡Pero por qué!? ¿¡Desde cuándo estás ahí!?”

“Todo el tiempo que el amo y la princesa estuvieron hablando, los vi desde aquí.”

“¡¡Qué extraña eres en serio!!”

“Solo soy bastante buena.”

“… creo que eso solo lo piensas tú.”

Bueno, Suzuka solía ser rara de vez en cuando.

“Ehmm, ¿cuál es el plan que tienes en mente, Suzuka?”

“Sí, veamos.”

“¿Plan…?”

“Tengo pensado realizar una lección sádica.”

“¿Lección sádica…?”

“En pocas palabras, hacerte y enseñarte un par de cosas.”

“Ya veo…”

Ciertamente Suzuka sabe lo que a Aika le gusta, podría ser de ayuda.

“Entiendo. Keito, haz lo que Suzuka te diga.”

“Está bien.”

Suzuka se volteó hacia Aika.

“Princesa, ¿le importaría salir de la habitación?”

“Eh, sí…”

“No se preocupe por nada. Haré que el amo sea un buen sádico dominante.”

“Muy bien.”

Aika se levantó y caminó hacia la puerta.

Keito en seguida la llamó.

“¡Aika!”

“¿Qué pasa?”

“¡Definitivamente haré que te sientas bien!”

“Sí.”

Asintiendo con entusiasmo, Aika sonrió.

Keito tuvo la sensación de que no había visto esa sonrisa en años.

 

 

“Entonces, amo.”

Se sentía bastante extraño al estar sentado al lado de Suzuka. Su dulce aroma llegaba a su nariz y su cabeza daba vueltas.

“Ehm, ¿qué tipo de lección me vas a dar?”

“Antes de eso, debo conocerte bien, amo.”

“¿Cómo?”

“Esto es obvio. La mejor forma de que mejores, es que practiques para que no cometas errores.”

“Eso lo entiendo.”

Era tal y como dijo Suzuka, no podía cometer errores tratándose de Aika.

“¿Qué piensas del sadomasoquismo, amo?”

“Creo que es, peligroso.”

“¿Peligroso…?”

“Sí. Por como vi a Aika, llegué a la conclusión de que si llego a cometer un error podría llegar a lastimarla.”

“Eso es cierto.”

Suzuka puso un dedo en su propia mandíbula y comenzó a pensar.

“Pero, creo que te excitó bastante ver a Aika en ese estado.”

“S-Sí…”

“Eso es bueno, así podrás darle el suficiente placer.”

“Creo que tienes razón…”

“¿Te parece difícil hacer algo como eso?”

“No sé cómo explicártelo…”

“No me digas que no se te puede parar con este tipo de prácticas.”

“¿Eh…?”

La voz de Suzuka pareció más afilada.

“Si realmente eres un hombre, no te asustes y demuestra tu coraje. Saca ese pene con olor a pescado que tienes.”

“Ah… ¿hay necesidad de decirme eso?”

“¡Cállate, pescado!”

Al parecer su apodo era… pescado.

“Adelante, amo olor a pescado.”

“Sí, sí.”

“Por ejemplo, ¿cómo te sientes ahora?”

“Eh… ¿?”

“Si te digo que tu pene huele a pescado, te sientes incómodo o humillado, ¿verdad?”

“Supongo que es una reacción normal.”

“Sin embargo, a la princesa le gusta ser abusada de esta manera. Deberás decirle cosas como [¡Probaré esa sucia vagina que tienes!] con un tono de voz dominante.”

“……”

Cualquiera creería que esto es falso, pero si Suzuka lo dice algo cierto ha de tener.

“Bueno, continuemos.”

“Adelante.”

“La idea es que llegues a sentirte bien cuando por ejemplo tú escuches que te digo olor a pescado.”

“Mmmh, dudo que eso sea posible…”

“Es cierto que el lenguaje abusivo puede volverse en algo placentero, y es algo sencillo.”

“¿En serio?”

“Para ello ideé un programa, así lo lograrás en poco tiempo.”

“P-Programa…”

No podía creer lo que escuchaba.

“La idea es lograr que te sientas bien siendo el masoquista, de ser así, será mucho más fácil que puedas actuar como la parte dominante ya que comprenderás lo que siente el sumiso.”

“Tiene sentido, me estaba preguntando cómo es que se sentía Aika cuando hace esto. Supongo que si yo lo vivo, podré saberlo.”

“Supongo que lo entiendes.”

“Pero ¿cómo?”

“Es fácil. Solo debes hacer lo mismo que Aika-sama.”

“¿L-Lo mismo…?”

“¿Tienes miedo?”

“¿Hablas de que debo experimentar eso que le hiciste con los vibradores?”

“No. No digo que sean exactamente iguales. Me refiero, al mismo grado de placer.”

“Ah… ya, ¿entonces…?”

“De ahora en adelante, te llevaré al máximo punto de placer, amo. Te haré experimentar los mayores placeres de tu vida, para que puedas hacer lo mismo con la princesa.”

“Bien, entiendo. Creo…”

Sin embargo, Suzuka solo sonreía.

“Bien, amo.”

“Sí…”

“Dame tu pene.”

“¡Qué rápida—!”

“¿No lo vas a sacar?”

“E-Es algo vergonzoso.”

“Sácalo.”

Es una chica pequeña, pero su tono de voz es amenazante.

Keito solo se quedó callado.

Se quitó el pantalón y continuó con la ropa interior.

Supongo que no puedo hacer nada más en mi estado actual…

El pene de Keito estaba completamente cubierto por su prepucio. Se sentía un poco avergonzado de mostrarlo sin que estuviera erecto.

Mientras intentaba quitarse la ropa interior,

“Amo, por favor no te sientas avergonzado, solo quítate la ropa interior.”

“¿Eh?”

“De hecho hemos hecho una investigación sobre ti, y descubrimos que no estás circuncidado.”

Qué clase de investigación es esa……

Keito se extrañó por el comentario.

“¡Vamos, quítate la ropa!”

“¡E-Espera! ¡No me la quites!”

“No actúes como una chica.”

Keito no pudo hacer nada más que quitarse la ropa interior y acostarse sobre la cama.

“Fufu. Se ve lindo con el prepucio cubriendo tu glande. Parece que tienes fimosis[1] .”

“¡N-No tengo fimosis!”

“¡Cállate, chico fimosis!”

“¡Khh!”

“Creo que huele a pescado porque no está de fuera el glande.”

“Su-Suzuka…”

Suzuka agarró su pene, aún pequeño, con ambas manos.

“Es tan suave y tan lindo.”

“Ah, fuu… siento tu respiración cerca.”

“Lo despegaré…”

Suzuka sacó su lengua y la metió entre el glande y el prepucio.

Pudo sentir cierta viscosidad moviéndose entre su piel.

“¡Ahhhh! Ahh, ¡no! Suzuka……”

“Nhhhh, mmmhhh… ¿qué pasa, amo? Solo son unas pequeñas caricias con mi lengua.”

“¡Kuhhh!”

Podía sentir la textura de su lengua en el glande.

“¡N-No! ¡Déjame primero darme un baño!”

“Así está bien. Quiero saborear todo con mi lengua.”

“¡Kuhhhh!”

“¿Cómo se siente, amo?”

“M-Me siento avergonzado.”

“La vergüenza puede llevar al placer.”

“¿Nh?”

“Como evidencia, puedo ver que tu pene se está poniendo cada vez más duro.”

“¿¡Eh!?”

Su pene comenzó a palpitar y a ponerse erecto. Entonces Suzuka lo metió en su boca.

“¡Nhhhh! “

“Puedo sentir que está creciendo en mi boca…”

“¡I-Iincreíble! Mi pene está en la boca de Suzuka.”

Con el pene en su boca, Suzuka hablaba mientras su pene crecía más y más.

“¡Guhhh…! Mi mandíbula se está abriendo por sí sola…”

“¡Hghh! Es la primera vez que me siento así…”

“Haré que salga tu semen.”

“Mi semen……”

“Así es. Con mi boca.”

“Su-Suzuka, ¡khh! ¡No muevas así tu lengua…!”

“No, no te muevas. Haré que te corras, amo.”

“¡No! ¡Me vengo! ¡Ughh…!”

*byubyu*

“¡Nhhhh!”

Keito disparó su semen al no poder resistirlo más.

“Haaaa, haaaa… se sintió muy bien…”

“Aún no.”

A pesar de seguir con su pene sensible, Suzuka continuó con su movimiento. Alineó su boca con su pene, y comenzó a mover la cabeza.

“¡Nhhhh! ¡Chyuuuuuuuh…!”

Mientras el sonido resonaba por la habitación, su cabeza se movía como un pistón con su pene dentro de la boca.

“¡Aahhh! ¡No! ¡Suzuka…nhhh!”

“¡Me vengo! ¡Me voy a correr de nuevo!”

“Por favor.”

“¡Nhhhhhh!”

Incapaz de aguantar la apretada boca de Suzuka, Keito eyaculó con fuerza.

El semen se desbordó y ahora el rostro de Suzuka estaba teñido de blanco.

Aun así, ella seguía chupando su pene con un obsceno sonido.

“¡Khhhhchhyuuuuu!”

“¡Aaaah!”

La cintura de Keito se movía de placer.

Suzuka estaba chupando con fuerza, no lo dejaba ni descansar después de correrse.

Haaaaaa… qué es esto… ahhhh

Estaba tan sensible, sentía dolor, pero a la vez estaba lleno de placer.

Su cara, su cabello, su boca estaban llenos de semen. Con esa cara llena de semen, veía a Keito hacia arriba, chupando y chupando sin parar.

“Mmmmhuuuuu, ¡mmmmchyuuuuunn! ¿Qué tal, amo? ¿Cómo se siente?”

“¡M-Muy rico! Ahhhh, ¿¡qué estás haciendo…!?”

“Por favor, córrete cuando quieras!”

“¡¡Aaaaaaaaghhhhhh! ¡Me corro!”

“¡Mmmhhhhuuuu! Nhhhh, ghhhhhh, ¡te volviste a correr!”

“¡Suzuka, para! ¡Me correré nuevamente!”

“¡No!”

Keito agarró su cabeza y trató de alejarla, pero ella empujó con más fuerza su cabeza para no moverse. Parecía succionar por completo su pene.

“Amo, tus testículos están hinchados, aún tienes mucho semen por sacar.”

“No creo que eso tenga algo que ver… nhh…”

“No, aún tienes mucho semen dentro. Cuando ya no tienes nada tus testículos se ponen flácidos.”

“Ah, nunca había escuchado nada de eso.”

“Yo tampoco.”

“¿Ahhhh?”

No tenía idea de qué estaba hablando.

Pero su mirada continuó fija en él mientras seguía chupando su pene.


“Tampoco sé mucho sobre esto, quiero experimentar también.”

“Parece que solo quieres jugar conmigo… nhhh…”

“No puedo evitarlo, después de todo, este es el primer pene que veo.”

“¿Eh…?”

“No me malinterpretes. Solo digo que tu pene es el primer pene que toco, amo. Nunca había hecho una mamada, pero no significa que no haya tenido sexo ya.”

“¿Ya tuviste sexo, Suzuka?”

“Creo que estoy en iguales condiciones que tú, amo.”

“¿Eres virgen…?”

“¿No me crees?”

Suzuka rio y sacó el aire con su nariz.

“Puede que no tenga mucha experiencia dando mamadas, pero te aseguro que ni lo notarás, ¡nhhgyuuuuu!”

“¿¡E-En serio es la primera vez!? ¡Se siente demasiado bien como para creerte!”

“¡Qué dices, estúpido!”

“¡No me digas estúpido!”

“Te daré la mejor mamada de tu vida, amo.”

Suzuka metió su pene hasta la garganta y chupó con tanta fuerza que parecía succionarlo.

“¡Gohhhhoooooonnhhh!”

“¡¡V-Va a salir…!”

“¡Nhhhhhh! ¡Mhhhhhyuuuuuhh! ¡Córrete de nuevo…!”

“Aaaaaaah, no… ¡me volveré loco…!”

Ahora mismo tal vez no estaba en el mismo estado que Aika cuando tenía aquel vibrador, pero podía comprenderlo un poco.

Ahhhh… puedo entender cómo se sentía Aika…

Inmediatamente después de correrse, su pene está sensible, por lo que si siente un estímulo de nuevo, no tardará en correrse otra vez.

Si fuera una simple masturbación, su pene no continuaría erecto, pero ahora mismo estaba recibiendo una mamada, era imposible que no se le parara.

Su cuerpo reaccionaba al erotismo de Suzuka.

Gradualmente, pudo entender poco a poco las sensaciones de Aika.

“¡Su-Suzukaaaa! ¡De nuevo me corrooooooooo!”

“¡Hazlo!”

“¡Me vengo! ¡No aguanto más!”

“¡Sí, así! ¡Ngggggghhhooooooooooooggggghhh!”

Su corrida fue tan intensa, que la boca de Suzuka se llenó por completo de semen.

“¡Nghh!”

“Haaaa, haaaaa, fue demasiado…”

“Chyuuuuu… ¡mmmhuuuaa!”

Después de succionar todo el semen que pudo quedarse en su uretra, Suzuka comenzó a tragar.

“Kuchyuuu… nhhhuu…”

“¿Su-Suzuka?”

Qué semen tan espeso, aunque eyaculaste muchas veces, sigue estando igual de viscoso.”

“Ah, ahhhh… se siente bien ver que te estás tomando mi semen…”

Era demasiado excitante ver que una chica se tomara su semen…

“Guhhbuu… huuh…”

“T-Te lo tomaste…”

“Sabe bastante bien…”

“Suzuka… no te fuerces a tomarlo…”

“No, es lo que quiero. ¡Gummmm—!”

Pudo escucharse como el semen bajó por todo su esófago.

“Haaa. Gracias por la comida.”

“Te lo tomaste todo…”

“¿Ya comprendiste lo que siente Aika?”

“Ah, sí…”

“Eso es bueno.”

“Pensé que sería doloroso, pero se siente bastante bien.”

“Así es.”

Debilitado, Keito exhaló.

Suzuka continuó lamiéndose el semen de la cara.

“¿Entendiste lo que significa un juego de sadomasoquismo?”

“Bueno, creo que un poco.”

“Con eso bastará.”

“Está bien.”

“Solo tengo que darte un consejo, amo.”

“¿Un consejo…?”

“O mejor dicho una regla…”

Suzuka se acercó y le dijo,

“Ser el sádico dominante—es llenar de placer al masoquista.”

Sentía que ahora podía comprender lo que significaban esas palabras.

Keito por fin pudo comprender.



[1] Fimosis: condición médica donde el prepucio está demasiado estrecho y no puede retraerse para dejar el glande de fuera.






Comentarios